La firma de turismo espacial Virgin Galactic anunció este martes 15 de febrero que abrió al público general la posibilidad de comprar un pasaje por 450.000 dólares para pasar algunos minutos en el espacio.
Los primeros vuelos se realizarían a finales de 2022, había anunciado previamente la empresa fondeada por el multimillonario Richard Branson.
Los pasajes ya estaban a la venta desde agosto, pero estaban reservados para los viajeros registrados en una lista de espera. En noviembre, Virgin Galactic anunció haber vendido 100 pasajes por ese precio de 450.000 dólares.
Estos se suman a los 600 ya vendidos entre 2005 y 2014 por un precio menor (entre 200.000 y 250.000 dólares).
La posibilidad de inscribirse al viaje está abierta para todos a partir del miércoles, con un depósito de 150.000 dólares, informó Virgin Galactic en un comunicado.
El viaje, de unos 90 minutos en total contando la duración del ascenso, se realizaría desde la base espacial Spaceport America en el desierto de Nuevo México, tras “varios días” de entrenamiento.
La compañía utiliza un gran avión de carga que despega desde una pista convencional, y que después libera una nave que se asemeja a un gran jet privado. Esta enciende su motor hasta superar los 80 kilómetros de altitud y después vuelve planeando.
Una vez arriba, los pasajeros pueden desabrocharse para experimentar algunos minutos de ingravidez y admirar la curvatura terrestre a través de las ventanillas.
Virgin Galactic realiza actualmente modificaciones sobre el avión nodriza y sobre la nave, destinadas a mejorar el comportamiento de los motores y su capacidad de volar más frecuentemente. Este periodo, que inició en octubre, debería durar de 9 a 10 meses, había declarado entonces un portavoz de la empresa a la AFP.
El inicio propiamente dicho de las actividades comerciales está previsto para el cuarto trimestre de 2022, comunicó la empresa en noviembre.
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El empresario Elon Musk dio cuenta de los avances en el desarrollo de su cohete interplanetario Starship, y se mostró confiado en que “este año” hará su primer vuelo orbital. Musk habló frente a invitados y periodistas en la base de su compañía SpaceX, llamada Starbase, cerca de Boca Chica, en el sur de Texas, donde se desarrolla este impresionante cohete.
No realizó grandes anuncios, aunque enumeró los primeros proyectos que esperan a Starship: lanzamiento de satélites y misiones a la Luna, incluido uno privado con el multimillonario japonés Yusaku Maezawa a bordo.
Como telón de fondo, el Starship, completamente negro, estaba montado sobre su propulsor plateado, denominado Super Heavy. El aparato tiene 120 metros de altura, 9 metros de diámetro y podrá poner en órbita unas 100 toneladas.
Musk había prometido una primera prueba orbital para enero o febrero de 2022, pero el plazo fue superado.
La compañía aguarda la autorización de la Agencia federal de aviación estadounidense (FAA), que primero debe estudiar las consecuencias ambientales de las operaciones. Se espera una decisión para fines de febrero.
“Soy optimista de que vamos a tener esta autorización”, dijo Musk. De todos modos, SpaceX se está preparando para mudar sus operaciones a Florida si es necesario, en cuyo caso Starbase se dedicaría a la investigación y al desarrollo.
“En el peor de los casos, nos demoraremos entre seis y ocho meses para construir la torre de lanzamiento en Cabo Cañaveral para despegar desde allí”, aseguró. “Estoy muy seguro de que entraremos en órbita este año”, dijo.
Starship ya ha realizado varios vuelos suborbitales: después de algunas pruebas que terminaron en impresionantes explosiones a fines de 2020 y en 2021, SpaceX finalmente logró aterrizar la nave. Pero solo llegó a una altitud de 10 kilómetros.
Con información de AFP.