Ahirenza Cárdenas es la empleadora privada más grande del país. En su empresa de servicios temporales, Acción Plus, tiene 38.000 empleados y el número crecerá en 3.000 adicionales por la temporada de fin de año. Esa situación le da un conocimiento detallado del mercado laboral colombiano y por eso son tan importantes sus apreciaciones en este aspecto. Afirma que en el momento percibe muchas oportunidades de empleo para personas bilingües, en particular en call centers de Bogotá y de Pereira. También encuentra muchas vacantes para quienes hayan estudiado sistemas, no solo como profesión universitaria, sino en programas tecnológicos o técnicos, lo mismo que para personas hábiles en digitación de datos. El problema está en que no hay muchos candidatos para llenarlas. “La gente no sale tan preparada en esos campos”, afirma. De otra parte, encuentra que las empresas necesitan muchas personas capacitadas o con habilidades de ventas por teléfono. Afirma que la tercerización de las fuerza de ventas es una de las actividades que más crecen en el país. Adicionalmente, espera como es natural, una demanda estacional a fin de año para activar marcas y para impulso de productos de consumo masivo, que generalmente se satisface con mujeres jóvenes y con habilidades marcadas en ventas cara a cara. ¿Por qué no consiguen empleo? Por las oficinas de Acción Plus pasan literalmente miles de hombres y mujeres que buscan empleo cada mes. Ahirenza Cárdenas encuentra en su experiencia que las que no lo consiguen tienen algunas características comunes. La primera es que les falta preparación, en especial de sus colegios. Se lamenta de que en educación secundaria no formen a los estudiantes en otro idioma y que no les enseñen las herramientas básicas para el manejo de computadores o algunas un poco más sofisticadas de sistemas. “Para allá va el mercado”, dice. También encuentra que uno de los problemas más serios está en la falta de continuidad en la vida laboral. No le molesta para nada la inexperiencia. “Estamos encantados de enganchar a recién egresados del colegio”, dice. El problema radica más bien en las personas que no pueden acreditar bien lo que hicieron durante sus épocas de vacíos laborales. Con ese comentario se puede ver que los cursos de capacitación son, sin duda, una buena forma de pasar el chaparrón del desempleo. “Contratamos muy fácil a quienes tienen una hoja de vida transparente. Que tengan referencias verificables y que no hayan trabajado en empresas que ya o existen”, explica. Acción social La tarea de las empresas de servicios temporales, sobre la de las firmas más grandes, ya no tiene la animadversión de los sindicatos. Hoy es muy claro para todos que ellas pagan todos los beneficios legales y que en muchos casos se han vuelto fuentes de ocupación permanente para los empleados. “Un colaborador de nuestra organización asegura fácilmente su permanencia. Es temporal solo frente a los clientes. Con nosotros es casi siempre un funcionario con trabajo sin horizonte fijo”, afirma. Pero Acción Plus no solo cumple con los requisitos legales. A través de su fundación, ha establecido una red de guarderías para los hijos de los trabajadores. Hoy cuida 1.500 niños en el país, para que sus padres puedan trabajar sin preocupaciones. Las guarderías están donde hay grupos importantes de sus funcionarios. Por eso tiene seis en Bogotá, cinco en Cali, tres en Medellín, dos en Pereira, una en Buga y otra más en Ibagué. El impacto social de las guarderías es muy importante. Además, por el enorme tamaño de su operación, ha conseguido que cajas de compensación les ofrezcan becas para estudios universitarios a sus trabajadores. Y con ese programa ya han graduado 2.000 personas. También consiguieron que bancos como el BCSC, les ofrecieran préstamos en condiciones preferenciales de tasa de interés y que con el contrato de trabajo de Acción Plus, puedan tener acceso a préstamos, en particular de vivienda. “En general, los bancos no les prestan a los trabajadores que tienen contratos con empresas de servicios temporales”, explica Ahirenza Cárdenas. Con esto, unido a la asesoría que les da Acción Plus en los trámites de los créditos o en los subsidios de vivienda, por ejemplo, les permite a los empleados usar plenamente los servicios del sector financiero, que tantas veces se les niegan a otros temporales. Finalmente, su fundación ayuda a resolver lo que considera que es el problema más serio que tiene el mercado laboral en el país: los embarazos no deseados o no previstos. “El mayor problema sigue siendo el de los embarazos no esperados y el de personas no preparadas para tener los hijos”, dice. En la fundación ayudan a sus empleados a cuidarse en la etapa prenatal y cuidan los niños en las guarderías cuando se pueden volver a emplear. El tema es de un gran tamaño social y financiero. Acción Plus atiende 150 mujeres con nuevos embarazos cada mes y en lo que va del año ha pagado $1.200 millones en indemnizaciones cuando los empleadores no las quieren tener porque no pueden desempeñar el trabajo para el cual fueron contratadas por su embarazo.