La cantante española Rosana responde desde la sala del apartamento donde ha pasado la cuarentena. Quien la llame es recibido por su radiante y misteriosa presencia —la discreción es una cualidad tan suya como su obsesión artística por la luna—, su amplia sonrisa, sus rizos característicos, sus guitarras —en fila india, afinadas y listas para quien quiera escuchar—, su sofá y un letrero negro con letras blancas que lee “hoy es un buen día”. Este lugar acogedor e iluminado era temporal: allí se quedaría mientras durara el reality musical que la trajo a Colombia desde inicios de este año. Las grabaciones iban a media marcha cuando cayó la pandemia. El paisaje de los pasillos llenos de sueños y canciones quedó suspendido en el tiempo. Ahora, esta sala es su gran ventana al mundo: desde el sofá recibe cientos de llamadas al día, de voz y de video, de periodistas y colegas. En este espacio también se gestó la iniciativa ‘Sin Miedo‘, que comprendió dos maratones, una subasta y una colecta voluntaria para la Cruz Roja. ARCADIA habló con ella sobre la satisfacción de usar el tiempo en confinamiento para ayudar. Distopías, etnias en los museos, libros universitarios y más actividades Filantropía de tiempo completo Rosana lleva dos décadas de actividad en el mundo de la música. Su voz oscura y su guitarra han vendido diez millones de discos y son residentes permanentes en las emisoras románticas de cualquier lugar del mundo donde se hable español.
Sin embargo, ella misma admite que por estos días no ha escrito una sola nota de música nueva. Usó los primeros días de confinamiento para liberar tensiones a través del deporte y, a mediados de abril, comenzó a llamar personas que quisieran unirse a su idea solidaria: “No me he puesto tanto con la música como con la solidaridad, esa es la realidad. Podría decir que sí, que estoy en paralelo, pero no es verdad. Esto me ha llevado muchos días y muchas horas”. No es la primera vez que Rosana participa en actividades benéficas, como conciertos para apoyar a niños con cáncer y víctimas de desastres naturales. Su propósito con todo esto no es precisamente figurar. De hecho, ella es bastante tímida para lo que nos tienen acostumbradas las figuras del espectáculo en la era de Instagram: es de pocas alfombras y pocos escándalos. Entonces, ¿qué la motiva a involucrarse en estas causas? Según ella, es una cuestión de alma: “Lo único que me gusta más que la música es el ser humano”, responde. “Intento —unas veces con mejores ideas que otras— que el mundo pueda pensar en el otro. No solamente por los que estamos en él sino por los que están llegando”. ¿Qué leer durante la cuarentena? Los libreros responden El café de la gente El pasado primero de mayo, la cantante rompió un récord de horas consecutivas en un Instagram Live: 27 horas consecutivas de transmisión —que serían 24 en principio—, acompañada por diversas personalidades desde distintos lugares del mundo. Repitió la mitad de la dosis el pasado 24 con una transmisión de 12 horas. Durante todo ese tiempo, más el que implicó preparar el evento, ella estuvo al frente del cañón. Aún así, y pese a estar confinada en tierra cafetera, no le hizo falta un tintico. “¡Ningún café, aunque no se lo crea! ¡Ningún café y ningún nada! Todo lo que tomé fue agua, un té, un desayuno que me enseñó a hacer Pau Gasol, me tomé una leche con galletas y ya, eso fue todo. El café me lo regaló la gente que no paró ni un solo segundo. Iban entrando uno detrás de otro; era tan bonito y tan emotivo que eso a uno lo enciende, ¿no?”, cuenta emocionada. Después de todo, su poder de convocatoria y la disposición de los otros artistas la sorprendió hasta a ella misma. En una semana y media ya tenía mucho cartel para una sola función de 24 horas: “No solamente me sorprendí porque dijeron que sí, sino por la rapidez con la que dijeron que sí. El hecho de que todos accedieran de una manera tan inmediata y rápida para mí fue superemocionante. Fue darme cuenta de que, efectivamente, el sueño de que el mundo no tarde tanto en ser mejor no está demasiado lejos”. Participe sin miedo en Sin Miedo Apoyar a la Cruz Roja desde la iniciativa Sin Miedo todavía es posible. Hay varias formas. Por ejemplo, el sitio web de Rosana redirige a un formulario en el que se puede donar cualquier cantidad. Ella explica que la donación que se haga por ese medio, gracias a la magia del registro de ubicación de los navegadores, será redirigida a la Cruz Roja local del donante. También es posible pujar desde eBay por cualquiera de los artículos donados por personalidades participantes. Si quiere hacerse de objetos curiosos como los guayos de Iker Casillas o la chaqueta de jean de Sebastián Yatra, para usted o para regalar, puede hacerlo antes del 31 de mayo