¿Por qué decidió dejar de seguir a la selección Colombia?Dejé de seguir a la Selección, pues considero inútil el desgaste en tiempo y energía que implica una pasión como esa. La selección Colombia y sus jugadores no cambian mi existencia en ningún sentido por más que ganen o pierdan. Un triunfo de ellos no me hace mejor persona, ni mejora mi calidad de vida. Si pierden, el país no se sume en el abismo de la crisis económica y política (esos tienen otros orígenes). Que ganen un mundial o una copa no significa que nada cambie para el país, más allá de la percepción de que por fin somos protagonistas de algo. ¿Tanta urgencia tenemos de brillar en el escenario internacional? Considero que hay mejores objetivos y, tal vez, mayores logros en otros campos de los cuales podemos enorgullecernos.¿Usted considera que el fútbol es más una distracción peligrosa que una manifestación cultural?Sin duda es una manifestación cultural, pero que en el caso de Colombia ha llegado a unos niveles peligrosos de apasionamiento. No es lógico que la gente sufra tanto por un equipo de fútbol. No es lógico que un grupo de hinchas celebre el cumpleaños de su equipo destrozando la ciudad. No tiene sentido que se creen enfrentamientos entre los seguidores de  dos equipos hasta llegar al punto de la violencia homicida. En Colombia hemos rebasado el límite lógico para apreciar un deporte y hemos convertido el fútbol en un extraño termómetro del éxito de nuestro país o de nuestra vida. Eso no es lógico.En su más reciente columna en El Tiempo, usted también critica al fútbol por ser una pasión inútil. Pero, ¿acaso lo inútil no es tan importante como lo útil?Lo inútil, creo yo, deja de ser importante. Y eso es lo que pienso: que el fútbol por inútil también debería ser considerado poco importante. Sin embargo, aqui se le da más importancia a ese deporte que a decenas de cosas más graves y delicadas que afectan el país. Nada paraliza a Colombia más que un partido de la selección. ¿No le parece exagerado para algo tan poco útil?Usted dice que el fútbol no cambia nada en el país. ¿Pero pedirle que cambie las cosas no es como pedirle peras al olmo?No le pido al fútbol que cambie nada. Pido reflexión sobre la utilidad de gastar tiempo y energía en seguir al fútbol y sus avatares. ¿Qué sentido tiene hablar del pase de James o del salario de Pékerman? ¿No sería mejor salir a la calle a pedir el regreso de las horas extras, en vez de salir con Maizena a celebrar los éxitos de la selección? No pido que se acabe el fútbol, lo que quisiera es menos excesos en torno a él.Ahora que estamos en la semifinal de la Copa América, por primera vez en más de 10 años, ¿se va a ver el partido? Me voy a ir a hacer mercado para aprovechar que no hay filas.