En el marco de los 250 años del científico y humanista alemán Alexander von Humboldt, el Café del Mañana de ARCADIA, en conjunto con el Goethe-Institut y la aerolínea Lufthansa, decidieron poner sobre la mesa una programación completa y diversa para celebrar los viajes, las aventuras y los descubrimientos del que es considerado el precursor del estudio del medio ambiente. El artista y fotógrafo antioqueño Camilo Echavarría fue uno de los invitados para explorar a fondo la maravillosa relación de Humboldt con los mundos del arte y la naturaleza. En su trabajo, Echavarría explora el paisaje como representación y experiencia subjetiva construida culturalmente, cuestionando la veracidad y la objetividad del mismo a través del registro fotográfico. Su trabajo más reconocido, Atlas de los Andes, retrata de manera profunda la relación del hombre con diferentes territorios de Colombia, Perú y Ecuador, tal como lo hizo siglos atrás el científico alemán cuando recorrió gran parte de Latinoamérica. En la charla Representar la naturaleza: Humboldt y el arte, hablamos con él. Hace 250 años no había cámaras fotográficas. El dibujo era el medio que se utilizaba para registrar y acompañar estos relatos de viaje. En el caso de Humboldt, él mandaba a tomar mediciones para luego mandar a hacer grabados. De alguna manera, ¿estos grabados vendrían siendo los antecedentes de la fotografía? Si miramos el caso de expediciones europeas, sobre todo a Egipto, vemos que primero llegaron los grabadores. Yo siempre he dicho que las imágenes nos abren el mundo, porque nos permiten conocer lugares que no podemos visitar, pero también lo cierran. Un ejemplo: los fotógrafos que les siguieron los pasos a los grabadores, generalmente fotografiaban lo que se había grabado. Esos grabados les permitían saber qué había allá, pero también les cerraban las expectativas. ¿Por qué Humboldt resulta tan importante a la hora de mostrar nuestra biodiversidad y naturaleza? Yo creo que el aporte más importante que hizo Humboldt, fue en el sentido de entender la relación de la naturaleza con sus diferentes elementos. Antes de él, existía lo que se conocía como la taxonomía, en la que los botánicos tenían como función clasificar las plantas: las especies de fruta, las especies de palma, las especies perennes, etc. Esas clasificaciones nacían a partir de la sexualidad de las plantas, de cómo se reproducían. Humboldt era geólogo de formación, pero nace en una época donde el romanticismo fomentó la interdisciplinariedad, por lo cual su círculo social no solo giraba en torno a la geología, sino también a escritores, pintores, músicos, etc. Su gran aporte, por el cual podemos decir que Humboldt es un “crack”, fue la manera en que entendió cómo la altitud, la latitud, los aspectos geológicos, los suelos, el clima, las corrientes de viento… que todos estos elementos no eran especies independientes, sino que todo estaba interrelacionado. Y que cualquier cosa que pasaba en un lugar, tenía repercusiones en otro. Inclusive se adelantó a identificar hechos en los que el hombre estaba alterando su entorno natural. Por eso se le conoce como el precursor del entendimiento del medio ambiente. ¿Cuál es la importancia de los paisajes, y por qué es tan importante Humboldt en su concepción? Muchas veces es práctico entender un tema a partir del diccionario. La RAE define paisaje como “una extensión de terreno que es observada, imaginada o representada por alguien”. El paisaje existe cuando alguien lo aprecia, lo dibuja o simplemente lo observa. Creo que hay que entender el paisaje como algo intrínsecamente relacionado con la mirada del hombre. Por ende, diría que la finalidad del paisaje está simplemente relacionada con que nosotros estemos en la naturaleza. ¿Cómo fue ese primer contacto con Humboldt? Realmente no me encuentro del libro en específico, pero sí recuerdo que comencé a investigarlo a raíz de mi investigación de maestría. Es casi que imposible no saber quién es el man, porque es casi que un “rockstar”: hay corriente de Humboldt, en Estados Unidos hay varias poblaciones que llevan su nombre, está el Instituto Humboldt. Así uno no esté interesado en los paisajes, en la naturaleza, creo que en algún punto determinado Humboldt te llega. ¿De qué tipo de paisajes habla tu obra? Yo diría que mi obra va evolucionando a la par de las inquietudes que se vayan presentando. Digamos que siempre he estado algo alejado del paisaje agrícola, o del paisaje apocalíptico que se vive por estos días en el Amazonas, por ejemplo. Algunos de mis paisajes abordan asuntos históricos, otros indirectamente tocan el tema del conflicto armado o la minería ilegal. Nunca me ha interesado hacer “propaganda” con mi trabajo, pero es inevitable enfrentarse a ciertas circunstancias que ofrece el paisaje en momentos determinados. Vea la conversación completa abajo: