Tiene 67 años y un acordeón desde los 19. Vive feliz en San Jacinto, un pueblo de los Montes de María en el departamento de Bolívar. Cuando lo invitan a tocar hace sonar el acordeón como si fuera una gaita, tal y como se lo enseñó su amigo y maestro Andrés Landeros, de quien heredó el legado de la cumbia sabanera. Solo o acompañado, se sube a las tarimas de bares y centros culturales del país a hacer lo que mejor sabe: parrandear.  

La historia musical de Carmelo Torres inició con el vallenato. Luego se pasó a la cumbia para poder tocar con los Gaiteros de San Jacinto y finalmente se quedó en su pueblo enseñando a tocar a los más pequeños para conservar la tradición musical de su región. Torres ha recorrido casi todos los festivales locales: el Festival del Hombre Caimán en Plato, Magdalena; el Festival Sabanero del Acordeón en Sincelejo, el Festival Tabacalero de El Carmen de Bolívar, el Festival Bolivarense del Acordeón en Arjona, el Festival San Jacintero de Acordeón y el Festival del Pique en la Guajira, entre otros.Con su agrupación, conformada por Orlando Landero –hijo de Andrés Landero–, José Movilla –último cajero de Andrés Landero– y Rodrigo Salgado, a quienes conoce desde hace más de 40 años, se estará presentado el 3 de febrero a las 5:00 p.m. en el auditorio Mario Laserna de la Universidad de los Andes. Tocarán su más reciente sencillo, Virgen de la Candelaria, que hace parte del disco Me recordarán. Para los interesados en asistir al eveneto, es importante que ingresen a este vínculo y realicen una inscripción previa.