J.M Coetzee es una de las más portentosas voces narrativas de los últimos años. Su voz, en cambio es suave y queda, parece un susurro. Pero no adormece sino que exige atención. En la Feria del Libro de Bucaramanga, el Nobel sudafricano presentó su Biblioteca Personal, una colección de 12 obras literarias escogidas por él, para las que además escribió un texto introductorio. La idea proviene de un proyecto similar, la 'biblioteca pública' de Jorge Luis Borges, proyecto que iba a tener cien títulos, pero que se vio truncado por la muerte del argentino en 1986. "No se trata de los mejores libros" -dijo Coetzee- "No se trata de una biblioteca intima o privada. En cambio, me parece que el termino Biblioteca Personal, hace otra propuesta. 'Si le han gustado los libros que yo he escrito, entonces estos títulos que he escogido también le pueden gustar'". En la conferencia que precedió a su conversación con el escritor Juan Gabriel Vásquez, Coetzee habló de la biblioteca de Borges, que "muchos malinterpretaron y criticaron" porque "no entendieron las intenciones del proyecto".No se trataba- aseguró- de las mejores obras jamás escritas según Borges, sino de obras que lo habían impactado. Incluso, Coetzee se mostró distante con la selección del argentino. "Aún cuando borges fue un adelantado a su tiempo, también era hijo de su tiempo y se mostró impresionado por algunos escritores que no soportaron el paso del tiempo" dijo el autor de Esperando a los bárbaros. "Mi biblioteca personal cuenta de 11 títulos de once escritores que han significado mucho para mí. No hay Proust, no hay Guerra y paz, no hay don Quijote... ¿Qué tipo de escritor podría ser este tipo a quien no le han impactado las obras mas grandes de la literatura occidental?" -preguntó antes de explicar que en lengua española hay muchas traducciones de esos libros. "Los que he escogido son títulos menos conocidos. Quería señalar autores que me han marcado para darlos a conocer a lectores que posiblemente no tienen acceso fácil a sus obras". Pero la selección no pudo ser la que a él le hubiera gustado. Por leyes de derechos de autor, les fue imposible incluir en la colección obras de William Faulkner y de Albert Camus. Después de su conferencia, Coetzee tuvo una conversación abierta con Juan Gabriel Vásquez, quien recordó la conferencia del sudafricano ¿Qúe es un clásico? en la que habla de la necesidad de cuestionar críticamente el canon. "No solo hay que interrogar a los clásicos" - dijo Coetzee- "Hay que interrogar a todos los libros. Debemos ver si soportan ese examen crítico a través del tiempo. Igualmente debemos recuperar lecturas que otros han desechado. Es un proceso fluido y continuo". Antes de terminar, Coetzee resaltó que su Biblioteca Personal no se trata de una guía para escribir, o de lecturas para el aspirante a escritor. "Creo que es un error dar instrucciones para escribir. Es algo muy intimo y muy relacionado con la personalidad de cada uno. Lo que funciona para uno podría ser un desastre completo para otros". La Biblioteca Personal J.M. Coetzee: Tres mujeres/Uniones, de Robert Musil La letra escarlata, de Nathaniel Hawthorne Madame Bovary, de Gustave Flaubert La Marquesa de O/ Michael Kohlhaas, de Heinrich Von Kleist Watt, de Samuel Beckett El ayudante, de Robert Walser Roxana, de Daniel Defoe El buen soldado, de Ford Madox Ford Cuentos de Franz Kafka Las esferas del mandala, de Patrick White La muerte de Iván Ilych/Amo y criado/ Hadji Murat, de Lev Tolstoi Antología de poesía.