Los clientes de los supermercados tienen algunos patrones de comportamiento definidos y las grandes superficies invierten altas sumas de dinero en usar estos datos y ajustar su oferta y su diseño para vender más. ¿Le ha pasado que va al supermercado a comprar leche y termina con el carrito lleno y gastando de más? Si la respuesta es afirmativa, ponga atención a estos consejos de ahorro para que no le vuelva a pasar y mantenga el control de sus gastos. Siempre lleve una lista escrita El peor enemigo de un supermercado es la lista, pues al tener definidos los productos que usted necesita en la mano, con un poco de concentración, el diseño estudiado para antojarlo de otros productos es inútil. Esto funciona, siempre y cuando usted se mantenga firme y solo compre lo que está en su lista. Para no caer en la tentación, tenga presentes las estrategias de venta más utilizadas por los supermercados, reveladas por un experto a Finanzas Personales: Ponen los productos que más se consumen (leche, pan y huevos) en la parte de atrás del local para que usted tenga que pasar por delante de otros productos. Cambian la ubicación de los productos cada cierto tiempo para desubicarlo y obligarlo a mirar otros artículos y promociones. Ponen mostradores a la entrada y en los pasillos principales con ofertas llamativas porque saben que usted obligatoriamente debe pasar por ahí. Diseñan el ancho de los pasillos para que solo quepan dos carritos, así usted debe frenar cuando viene alguien de frente y mirar las estanterías, aunque la sección no le interese. Un consejo: la lista escrita tiene poder, las listas mentales no son igual de efectivas. Deje a sus hijos en la casa Los supermercados saben que los niños influyen en las decisiones de compra de los adultos. Por eso ponen los productos más atractivos para ellos a la altura de sus ojos. ¿Ha identificado que las cajas están llenas de dulces? Los supermercados saben que el niño acompaña en la fila al adulto, mientras esperan para pagar.
Compare precios, así sea complicado Los supermercados hacen que comparar precios sea difícil. Además, los fabricantes de los productos hacen los envases de todos los tamaños y formas, lo que hace más compleja la comparación. Los secretos de los fabricantes y de los supermercados, para que usted no pueda comparar fácilmente, son los siguientes: Hacen que los envases se vean más grandes de lo que realmente son. Algunos productos, como los cereales, contienen un 20% de aire. Venden productos individuales para que el precio parezca menor; pero realmente los empaques individuales son más caros si se compara el peso del contenido. Los supermercados ponen a la altura más cómoda los productos que tienen más interés en vender. Consejo: las superficies están obligadas a poner la referencia comparativa de precio. Tómese unos minutos para comparar el precio por unidad. No caiga en las promociones por cantidad El supermercado solo quiere vender más; por eso, siempre hay ofertas de 2x1 o de algún descuento en la segunda unidad. Trucos que utilizan: Cuando dicen: "la segunda unidad con un 70% de descuento", la rebaja real es de 35% por las dos unidades. Generalmente, la cantidad de producto que usted debe comprar para poder acceder al beneficio de la promoción es exagerada y el producto se puede vencer.
Consejo: Revise bien si la promoción merece la pena. Si usted sigue estas recomendaciones, notará que el valor que generalmente tiene asignado al mercado bajará. Tome la decisión correcta y controle sus gastos.