Desde pequeño, Juan quería ser ingeniero y estudió para ello. Se graduó de la universidad y empezó a trabajar. A medida que aumentaba su salario, Juan aumentaba sus gastos. Después conoció a una mujer y se casaron, pidieron un crédito para costear los gastos de la fiesta y otro para comprar una casa. Luego, vino el carro. A pesar de que Juan y su esposa generaban cada vez mayores ingresos, sentían que el dinero no les alcanzaba para el mes, pues sus gastos eran cada vez mayores y, además, debían pagar las cuotas de los préstamos. A medida que pasaba el tiempo sentían más dependencia de su trabajo, esperaban su próximo cheque del mes y no tenían ninguna otra fuente de ingresos.
¿Has escuchado alguna historia parecida? En su libro, Padre rico, padre pobre, Robert Kiyosaki llamó “carrera de la rata” a un ciclo autodestructivo en el que la desorganización de las finanzas lleva a una carrera sin fin de la que sólo se puede salir con inteligencia financiera. El concepto critica el hecho de seguir el estilo de vida que está preestablecido en la sociedad: estudiar una carrera universitaria, conseguir un trabajo en el que obtenga un salario (trabajar para otro), endeudarse para comprar lo que los demás tienen (carro, casa, lujos,...), gastar todo lo que se gana, y luego, jubilarse. En dicho escenario, estaría trabajando para el dueño de una compañía, para el estado, pues debe pagar impuestos, y para los bancos, pues tiene que pagar los intereses de su deuda. Pero no estaría trabajando para usted mismo, para alcanzar la tan añorada libertad financiera.
No es que esté mal comprar una casa o darse ciertos gustos, pero Kiyosaki hace claridad en que este tipo de gastos se deben hacer cuando nuestras finanzas son lo suficientemente estables. Para el autor, el dinero debe trabajar para nosotros y no al revés. Esto se logra a través de la adquisición de activos, es decir, invertir en aquello que nos generará rentabilidades futuras. Es así que es importante distinguir entre pasivos y activos. En palabras sencillas, los pasivos son todos aquellos gastos que sacan dinero de los bolsillos, mientras los activos son aquellos que generan dinero para nuestro patrimonio. Por ejemplo, una casa es un pasivo, pues genera gastos como la hipoteca, o los impuestos. Pero también puede ser un activo si se compra para dedicarse a la finca raíz o para arrendarla, pues le estaría generando ingresos adicionales.
De esta forma, la declaración financiera personal de un “padre rico” debe reflejar los resultados de una vida dedicada a invertir y a reducir los pasivos. En las cuentas, debería haber una lista larga de activos que generen ingresos para su patrimonio; mientras que los egresos y los pasivos se mantienen pequeños y controlados. En ese momento, en el que los ingresos son mayores a los gastos y los activos son lo suficientemente estables como para seguir generando dinero, puede decidir darse otros lujos sin tener que pedir préstamos. Le recomendamos que evalúe su situación financiera e identifique si está dentro de la carrera. Pregúntese cuáles son sus fuentes de ingreso, cuánto de su ingreso lo destina a pagar deudas y cuánto dinero le queda después de haber pagado sus gastos del mes. ¿Está ahorrando e invirtiendo? ¿Ya tiene activos que estén trabajando para usted?
Estos son algunos consejos para salir de la carrera de la rata: Edúquese financieramente: según el autor, los ricos reciben educación financiera y por ello saben qué hacer y cómo manejar el dinero. Si comprende los conceptos principales sobre el dinero, podrá darle mejor uso. Trace un plan de acción y ejecútelo: trate de salir de las deudas que ya tiene lo antes posible, haga un presupuesto, establezca cuánto de su ingreso destinará para el ahorro y la inversión, disminuya sus gastos. No compre artículos lujosos hasta que haya construido una lista de activos suficiente como para poder pagarlos. La diferencia entre los ricos y los pobres radica en cómo invierten su tiempo libre. Cada peso hace la diferencia, usted decide si convertirlo en un pasivo o un activo. Sus ingresos deben ser más altos que sus gastos.