Es probable que usted haya escuchado hablar a algún familiar suyo acerca de una propiedad que vió en remate y que describió como una ganga. Por lo que si no ha considerado conseguir vivienda por este medio puede ser el momento de hacerlo. Y si usted sigue asociando el remate a un proceso judicial largo y tortuoso al que no vale la pena involucrarse, debe saber que actualmente esta figura se viene actualizando para suplir las necesidades de cada comprador. Mediante el concepto de subasta privada, la persona puede acceder a un predio con un precio regulado o precio real qué es aproximadamente un 30 a 40% menor que el precio de mercado. Le puede interesar: En vivienda nueva cuál es más rentable comprar apartamento o casa José Boada, gerente de Mi Remate Seinco, afirma que “hay una cultura que es muy normal en donde las personas quieren vender bien vendido su inmueble y entonces especulan con los precios. Nosotros queremos hacer negocios con precios justos y regulados en este concepto de subasta porque permite que el negocio se haga con el precio real”. Este precio se consigue gracias a un proceso de peritaje, en donde se acude a un experto técnico que puede constatar exactamente el valor del inmueble. Esto ya que el 70% de los negocios de transacciones de finca raíz se hacen a partir de bancos que pueden ayudarlo con un crédito a conseguir el dinero. El banco encarga al perito por lo que se puede confiar en que el proceso y el precio serán los adecuados. ¿Cómo funciona? En el mercado inmobiliario de las subastas o remates existen dos conceptos: el remate judicial, qué se hace a través de un juzgado y que es una persona que no pudo pagar su deuda entonces se inicia un proceso hipotecario y el comprador asiste al remate guiado por el juez del caso. Pero, en el concepto de subasta privada se manejan “predios que son salvamentados y que van a ser percibidos jurídicamente. Las firmas pagan en nombre del propietario por lo que se salva al predio y no es rematado, y se logra el menor valor de la negociación del inmueble. Con el mismo rasero se vende a un precio menor”. La persona que quiera hacer un remate judicial tiene que abonar un 40% del costo en un banco y luego llega a la subasta y hace una puja con otras personas que están allí, y si es el mejor postor, tiene que pagar antes de tres o cuatro días el saldo del inmueble.   En muchos casos de los remates judiciales, las personas no pueden conocer por dentro cómo está el inmueble y en qué estado se encuentra. “Lo bueno de la subasta privada es que los predios muchas veces ya están desocupados y libres de deudas”, afirma, ya que rescatar ese inmueble en un remate judicial puede durar entre tres o cuatro meses mientras se desalojan las personas. Así que ya sabe, si quiere acceder a este tipo de remate debe tener el 40% del saldo y consignarlo al banco, luego se presenta en la subasta cómo una persona que ya hizo un abono sobre el precio que el juzgado haya terminado y qué va a ser la base del remate. Por lo general las otras personas no saben cual es su puja, por lo que si usted es el mejor postor, el juez le asignará el predio y usted deberá pagar en los próximos tres o cuatro días el saldo restante. Boada afirma que los predios en estratos 2, 3 y 4, son el gran segmento ya que es el 85% de la población de los inmuebles que se transan. De todas formas también se pueden encontrar inmuebles en otros segmentos de estratos superiores. “Podemos ir desde una casa en el conjunto Los Arrayanes que costaba $900 millones y que hoy se está subastando en $519 millones, hasta a una casa de un barrio en el sur de Bogotá que se está subastando en $50 millones”, dice.. Siga leyendo: Esta página sirve para vender o comprar vivienda en la mitad del tiempo habitual Por otro lado, César Sánchez, abogado de la Universidad Libre, afirma que “hay que quitar el mito de que comprar un inmueble en subasta es complejo. La gente asocia la compra de una subasta a un remate judicial y es completamente diferente y la verdad es que poco a poco las personas están viendo que en el caso de la subasta inmobiliaria es fácil, sencillo y seguro”. La persona tiene todas las garantías como si fuera una venta tradicional de un banco que hace el peritazgo. Son consultados todos los temas jurídicos y ejecutados todos los documentos, por lo que se acompaña a la persona compradora en todo el proceso hasta que salga adelante el negocio. Otros ejemplos de descuento de precio que puede encontrar mediante este concepto son un apartamento en Bogotá en el barrio Cedritos, estrato 4,  con ascensor, 3 alcobas, 3 baños, parqueadero privado y balcón que estaba en $280 millones y hoy se consigue en $180 millones. O una casa de recreo en la vía La Mesa, Cundinamarca en un conjunto cerrado que costaba hace 5 años $250 millones y hoy está siendo ofertada en $170 millones. O también existen locales comerciales que se compraron en $450 millones y están siendo subastados en un precio de $150 millones, es decir $200 millones por debajo del precio que se compró hace 4 años. Así que hay oportunidades interesantes en todos los segmentos del mercado, y si usted está en búsqueda de un apartamento o casa la cual pueda llamar propia, adquirir alguna de estas opciones las cuales han reducido su precio casi que a la mitad, puede ser el “gangazo” que usted estaba buscando. 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