El camino se despejó un poco para el sistema de transporte masivo de Barranquilla, Transmetro, luego de que el alcalde Jaime Pumarejo Heins anunciara que había dado la instrucción de girar a la empresa 2.000 millones de pesos para solventar las necesidades inmediatas. La decisión del mandatario le da un suspiro y mantiene a flote, al menos a corto plazo, al sistema de transporte de la capital del Atlántico, que como otros similares del país hace un buen tiempo arrastra una crítica situación financiera. La comunicación fue hecha en respuesta a los anuncios de cese de operaciones que habían hecho la semana pasada los tres concesionarios del sistema, que señalaron que solo podían garantizar el servicio hasta la medianoche de este miércoles.

Pumarejo dijo que el dinero autorizado para inyectarle al Transmetro proviene del convenio de cofinanciación con el Gobierno nacional, que autorizó que esos recursos se usen para la operación de los sistemas de transporte masivo. “El objetivo es que se siga prestando el servicio a miles de usuarios mientras gestionamos una solución de fondo con el Ministerio de Hacienda para cubrir necesidades de este año”, explicó.

En palabras de los representantes de las empresas Unión Temporal Sistur, Grupo Empresarial Metrocaribe y Recaudos SIT Barranquilla, las restricciones de movilización de pasajeros establecidas en las medidas contra la propagación del coronavirus, que permite la ocupación de solo el 35 % del cupo de los autobuses, tuvo como consecuencia que durante el primer mes de la cuarentena solo pudieran movilizar el 18 % de la demanda de un día hábil normal del Sistema. Santander Castillo, gerente de Recaudos SIT, uno de los concesionarios, dijo en ese momento que sus ingresos provienen exclusivamente de la tarifa que pagan los usuarios, la que, incluso en días de operación normal solo alcanza a cubrir el 80 % de la tarifa técnica. Y que las medidas de aislamiento y operación implementadas afectaron radicalmente ese rendimiento. El número de pasajeros, sin embargo, ha ido creciendo empujado por la reactivación de diferentes sectores económicos y productivos de la ciudad en medio de la pandemia. En la última semana subió la demanda un 12 % en comparación con el mismo periodo anterior. Entre el 18 y el 24 de mayo Transmetro movilizó un total de 194.396 usuarios, convirtiéndose en la semana con mayor número de personas transportadas durante el periodo de aislamiento preventivo obligatorio por la covid-19. El anuncio anterior de ultimátum de parte de los operadores generó un cruce de cartas con el gerente del Transmetro, Fernando Isaza, quien respondió que lo tomaba “como una manifestación de estos frente a una situación que dicen venir sufriendo, sin que ello establezca un reconocimiento legal a un hecho y unos montos”. ¿Cuánto aguantará? Para Isidro Ruiz, consultor en temas de movilidad y tránsito, el anuncio de Pumarejo es oportuno en medio de esta agonía, pero esos recursos no serán capitalizados de verdad si la ciudad no toma un giro en cuanto al transporte público, que convierta al Transmetro, de una vez por todas, en la columna vertebral de la movilización.

“Lo que ha pasado con el Transmetro es que esperaron que llegara a estas dificultades económicas. Desde hace varios años se han tenido que inyectar buenos recursos para buscar un punto de equilibrio y así seguir con la construcción de otras troncales y poder reemplazar las rutas de buses tradicionales por nuevas del Sistema. Hay que apuntarle a un verdadero sistema integrado y de diferentes ofertas, como ya funciona en Medellín, porque hasta el momento parece que el Transmetro funciona como algo aislado”, dijo Ruiz. El sistema de la capital del Atlántico funciona actualmente con tres servicios sobre dos troncales: la Calle Murillo y la Avenida Olaya Herrera, dos servicios expresos y 21 rutas alimentadoras, con una cobertura de 14 kilómetros en las troncales y 198 en las alimentadoras. Ahora, lo que no se sabe es cuánto tiempo servirán los 2.000 millones de este último anuncio para mantener a flote el sistema, porque el mismo Isaza le había dicho a SEMANA que solo para la operación hasta junio necesitaría unos 15.000 millones y de ahí en adelante otros 43.000 millones hasta fin de año.