"De un intelectual logré hacer un hombre cumplido y disciplinado. ¿A caso pasaré a la historia por esto, mereciendo la eterna gratitud de las clases proletarias?" se pregunta el rumano Ion Tiriac, hombre de toda confianza del tenista y poeta argentino Guillermo Vilas.En estos momentos, Tiriac no está satisfecho con lo que le está sucediendo a su amigo, a quien entrena en las ante salas de las grandes temporadas, pues el astro del tenis suramericano está enamorado de Carolina de Mónaco y en estos momentos ha cancelado todo compromiso deportivo pendiente. Tiriac gana el 10 por ciento por cada triunfo del deportista y la situación actual sólo le está acarreando pérdidas.El matrimonio Vilas-Tiriac, que ha durado por espacio de siete años, parece a punto de terminar. Guillermo Vilas debe mucho a Ion Tiriac. El rumano le ha enseñado varios retos del oficio; creó a un profesional auténtico famoso y apreciado. Lo obliga a levantarse a las cinco de la mañana y a las seis ya está en el campo de entrenamiento. Como resultado de este trabajo, Vilas logró derrotar en dos oportunidades a Jimmy Connors, el número uno del mundo.Después de sus triunfos en Milán, se le preguntó al argentino si seguía considerándose el número cinco del mundo, después de McEnroe, Connors, Lendl y Borg. Vilas, con modestia, respondió afirmativamente.En cuanto a si es el deportista número dos de Argentina, después de Reuteman, Guillermo Vilas sostuvo que, a pesar de lo sucedido en España 82, Diego Armando Maradona sigue siendo el número uno.Como tenista, Vilas (30 años el próximo 17 de agosto) fue descubierto por un barbero; Felipe Locifero, un apasionado del tenis, "Fue Locífero -explica Guillermo quien comprendió y previó que la fuerza física sería determinante en el tenis de los años 70. No hay duda de que tuvo razón: Borg y Connors lo demuestran ampliamente".Cuando, en 1974, Vilas Ganó el master's de Melbourne, derrotando por 6-4 en el quinto set al rumano Ilie Nastase, Locifero dijo: "De Guillermo hive un tenista, ahora dejo lugar a otros más astutos y preparados que yo" Pero aún hoy, cuando necesita algún consejo imparcial, Vilas retorna al gran viejo para abrazarlo. "El me enseñó a estar en una cancha de tenis, a luchar y a efectuar el Top-spin que ahora practican todos".En estos momentos la pregunta que se hacen los aficíonados y seguidores de Vilas, es si volverá a las canchas y si el romance con Carolina no perjudicará su extraordinaria carrera.