La entrada de esta iniciativa en el Congreso no ha sido fácil, de hecho, su discusión fue aplazada 18 veces. ¿Pero, qué callos pisa esta iniciativa? Le preguntamos a Correa, un médico que ha hecho estudios y pasantías en cirugía cardiovascular y en cirugía de trauma, en el hospital de Pittsburgh en los Estados Unidos. El proyecto 062 de 2018 (Cámara) ‘por el cual se redefine el sistema general de seguridad social en salud y se dictan otras disposiciones’, busca darle un revolcón a este sistema enfermo y romper con la mercantilización de la salud. Ver proyecto. Así lo considera Correa López quien nos entrega un diagnóstico y un remedio: El diagnóstico: Para el médico congresista el 83% de las EPS en Colombia, no funcionan. “Seguir defendiendo un sistema de salud como el que tenemos hoy en día, porque el 17% de las EPS si funcionan, es decirle a 35 millones de colombianos que les toca morirse para que otros 10 millones de colombianos tengan una atención en salud digna”. Considera Correa que en el país existen colombianos de primera y segunda categoría. ¿Qué mensaje es el que le estamos enviando al país? “El gobierno nacional piensa que el sistema debe continuar como está, de hecho se ha opuesto radicalmente a este proyecto de ley, pero nosotros seguimos defendiéndole de manera férrea, porque consideramos que las EPS son negocios, lo que buscan hoy es cambiar lágrimas y muertos por dinero, y no cumplen con ese papel para que las crearon”. En términos económicos, el congresista resume el diagnóstico: “El problema del sistema de salud es que el dinero no fluye, no hay plata donde tiene que estar para atender la gente”. El círculo vicioso consiste en que las EPS no les pagan a los hospitales (IPS), las EPS no les entregan los medicamentos a los usuarios, porque éstas no les pagan a los distribuidores de medicamentos y al recibir el dinero de los contribuyentes estas generaron una ‘mercantilización de la salud’, en donde ellas tienen el sartén por el mango a la hora de contratar y pagar. Y por ello, aclara “A uno no lo atienden en un hospital o en una clínica, no porque el médico no lo quiera atender o porque tenga pereza, no porque la EPS esté llena, sino porque no tiene contrato con esa entidad, y eso es lo que vuelve nefasto el sistema”. El remedio Lo que busca el proyecto 062 es romper con la mercantilización y que el Estado recupere esa plata. Así resume el representante Correa esta iniciativa. “Queremos quitar esa plata a las EPS para que ellos dejen de tomar las decisiones del sistema de salud, les queremos quitar esa potestad, ese abuso, ellos contratan, ellos auditan, y deciden como se paga y cuando se paga, eso es lo que tiene colapsado el sistema de salud”, explica. De acuerdo con lo planteado en el proyecto de Reforma al sistema de salud’, el dinero no se va a girar como sucede actualmente: “Las EPS tienen unas cuentas maestras donde manejan el dinero, la plata va a la Adres (Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud) y se queda ahí hasta que no se ejecute. Cuando se ejecute el dinero va a quién lo ejecutó, que son los prestadores. Vamos a tener unos interventores del sistema (proyecto de ley), que en ningún momento van a ser intermediarios, porque no van a tocar el dinero del sistema (Gestoras Integrales de Salud)” El proyecto contempla pagarle lo mismo que se les paga a las EPS para poder redistribuir el riesgo de salud. “Que ellos tengan la obligación de responder por unos indicadores en salud, y que dependiendo de que tan bien lo hagan les pagamos un 5% del UPC y por organizar el sistema les pagaremos el 3%.”, explicó José Luis. Aclara Correa López que las EPS no van a tener los poderes absolutos como actualmente lo tienen, y con ello, se va a garantizar que hayan más actores en el sistema para que sea un sistema más limpio y fácil de vigilar. “Hoy, las EPS pueden contratar con quien quieran, y cómo quieran, y son los únicos que los definen. Y de hecho hoy, existen contratos con cláusula de terminación unilateral en los convenios. Ejemplo: yo soy EPS y contrato contigo y eres una clínica, por ende si yo consigo una clínica que me dé un mejor precio así me dé un peor servicio, yo puedo romper el contrato aquí y me voy para allá, eso que significa que no hay seguridad jurídica para los prestadores” señala el representante. Y en el proyecto, se incluye que las EPS no tengan esa potestad “que para poder romper un contrato sea un grupo, tanto político como ciudadano como los prestadores que sean los que definan cuales son las condiciones de contrato. Buscamos que haya participación ciudadana en la generación de los contratos, y control político”, aclaró. Esta iniciativa, pasará ahora a plenaria y le faltarían dos debates más en el Congreso para que se convierta en ley.