Desde que el documental ‘The Problem With Apu’ salió a comienzos de este año, la polémica en torno a uno de los personajes clásicos de Los Simpsons, no ha parado. Mientras que para muchos televidentes Apu Nahasapeemapetilon, el tendero de origen indio que está al frente del supermercado de Springfield, es uno de los más carismáticos y queridos de la serie, para otros, es un personaje que encasilla y discrimina a los inmigrantes del sudeste asiático. La polémica, que venía escalando en las redes sociales, alcanzó un punto álgido la semana pasada, cuando Adi Shankar, productor ejecutivo y director de la serie Castlevania de Netflix, le dijo a Indiwire, un medio estadounidense sobre entretenimiento, que los productores de Los Simpsons le habían contado que iban a sacar al personaje de la serie. “Escuché una desalentadora noticia, que ya he verificado de varias fuentes: van a dejar de hacer el personaje de Apu por completo. Ellos no van hacer un gran escándalo con esto, o algo así, pero van a descontinuarlo del todo para evitar controversias”, dijo. Le puede interesar: Los Simpsons y su pasado canadiense De inmediato, muchos dieron por cierta la noticia y las críticas (o voces de apoyo) no se hicieron esperar. Y aunque los periodistas de Indiwire intentaron contactar a Fox, el canal de televisión que pasa a Los Simpsons desde hace 30 temporadas, no recibieron una respuesta directa. Lo único que dijo el canal fue que el personaje había aparecido en uno de los últimos episodios, el pasado 14 de octubre (llamado My Way or Highway to Heaven). Sin embargo, antes las críticas y ante el hecho de que muchos ya daban por cierta la noticia, el productor ejecutivo del show, Al Jean, salió a desmentir los rumores en Twitter: “Adi Shankar no es un productor de Los Simpsons. Le deseo lo mejor, pero él no es vocero de nuestro show”. Y aunque su aclaración no deja claro si han considerado sacar a Apu del programa o si la decisión puede estar sobre la mesa, su mensaje tranquilizó a los fanáticos de la serie. Muchos, de hecho, consideran que sacarlo hubiera sido un error, y una especie de censura, pues el programa se hizo famoso por estereotipar los distintos tipos de habitantes de un pueblo estadounidense. Todos los personajes son exageraciones de la sociedad real, incluso Homero Simpson, quien es una burla del estadounidense consumista promedio. Lo bueno es que, por ahora, el tendero de Springfield seguirá en los televisores. Sin embargo, el debate sobre los prejuicios que levanta contra los inmigrantes seguirá candente en las redes sociales. Y será así por un tiempo largo.