… importa que las historias cuenten historias como una práctica constante de cuidado y pensamiento Donna Haraway Este artículo forma parte de una alianza entre ARCADIA y Mercado Clandestino. Se trata de un proyecto artístico para la Comisión de la Verdad de la Academia Móvil de Berlín, organizado por Mapa Teatro en cooperación con el Goethe-Institut y la Universidad Central, apoyado por el Instituto Colombo-Alemán para la Paz (Capaz) y el Banco de la República. El proyecto es financiado por el Ministerio Federal de Relaciones Exteriores de Alemania y el Goethe-Institut. Encuentre aquí más información sobre esta producción artística, que se presenta el sábado 23 de noviembre en Bogotá. Es arte, pero no es una exposición ni tiene imágenes; está basado en la palabra hablada, pero no es una conferencia. Es un espacio para escuchar y para hablar, para sentarse a setenta centímetros de un extraño y entablar durante media hora una relación basada en la curiosidad y el respeto, por lo que el interlocutor o interlocutora quieren compartir sobre sus saberes en torno al agua. Es arte que solo se activa si hay conversaciones.
La Academia Móvil de Berlín es un grupo de artistas, científicos y arquitectos que ha organizado Mercados clandestinos desde 2004. Foto: Cortesía Academia Móvil de Berlín. Las voces del agua Aún no conozco a Alba Milena Gómez, excombatiene de las Farc, pero la he oído hablar férreamente sobre su convicción de sacar adelante un proyecto de carne de tilapia roja y crías de peces en el Putumayo. Para eso necesita agua. Miguel Ramos, de nombre ancestral Yauenkü, cuenta cómo los Ticuna, pueblo amazónico, vienen del agua, hoy en día contaminada. Resalta algo que por su obviedad se invisibiliza: tierra, seres humanos y no humanos le deben la vida al agua. Si sigo este recorrido por el país, voy a encontrarme con decenas de historias en las que el agua es su protagonista. El agua habla: los ríos, los humedales e incluso los alcantarillados revelan lo que somos como sociedad. De hecho, aún en las ciudades tenemos una relación con el agua, quizá distinta de la que pueden tener Alba o Miguel, pero esta nos permite comprender su importancia. La entendemos cuando hay cortes de agua, pero también cuando tras los diluvios las calles que bajan desde los cerros se convierten en pequeños e incontenibles arroyos. El próximo 23 de noviembre se congregarán en el Teatro Faenza de Bogotá más de sesenta voces que provienen de toda Colombia y que nos recuerdan que si no empezamos a escuchar al agua y a entender –como diría Brigitte Baptiste– que es el agua la que nos gobierna, los esfuerzos que hacemos por domesticarla y contenerla serán inútiles y contraproducentes. Poéticas de la memoria y el olvido en el Pacífico colombiano
Después de recorrer el mundo, el Mercado clandestino No. 22 llega por primera vez a Suramérica por invitación de la Comisión de la Verdad. Foto: Cortesía Academia Móvil de Berlín. El Mercado Clandestino Es un mercado porque es un lugar de intercambio. Y es clandestino porque allí se adquiere conocimiento al que no se puede tener acceso en un supermercado. Se asemeja más a una plaza de mercado o a una tienda de barrio. Así lo pensaron la artista alemana Hannah Hurtzig y su colega científica Karin Harrasser, ambas miembros de la Academia Móvil de Berlín que visitan Colombia desde 2015. Conocimiento que no es oficial, que ha sido negado, olvidado, subyugado. Que puede ser no-conocimiento porque está por fuera de lo que en la academia se acepta, pero que en esencia es vivo, dinámico. Puede provenir de la sabiduría de la cotidianidad, del trabajo de campo, de la aplicación de las ciencias, o de visiones construidas para las políticas públicas. Hay que escuchar lo que sabe un pescador y lo que sabe un exministro. Es conocimiento que importa y construye cuando es compartido. En el Mercado Clandestino se pueden adquirir –a un módico precio de mil pesos– sesenta miradas distintas sobre un mismo tema. Durante cuatro horas, quienes asistan podrán reservar un nuevo espacio cada media hora o acceder gratuitamente mediante audífonos a las conversaciones de otros. Y, sin duda, resulta distinto sentarse a oír una conferencia en un auditorio, a la responsabilidad que implica estar frente a otro. Es una experiencia transformadora no solo por lo que se entrega, sino también por la relación que entre ambas personas se crea.
Este sábado, se reunirán sesenta expertos y expertas de diversas regiones del país que hablarán sobre el agua. Foto: Cortesía Academia Móvil de Berlín. Culturas anfibias, puertos de contenedores y tumbas líquidas: relatos colombianos en torno al agua Cuando el agua habla (¡claro que lo hace!), ocurre a través de la relación que sostienen distintas personas con ella; y sí importa cómo lo hace, tal como nos lo recuerda Donna Haraway. Es distinto leer un ensayo académico (y no menos importante) o una novela, ver una obra de arte o escuchar la marimba, a conversar (y sobre todo a escuchar) sobre el agua. En tiempos donde la escucha está pordebajeada, el Mercado Clandestino rescata el valor político del diálogo entre desconocidos que pone de presente la consideración tanto por quien habla como por quien escucha. Importa cómo se cuentan las historias del agua e importa cómo se escuchan. Colombia es un país de agua, de gente que se desarrolla y que lucha a partir de la estrecha relación cultural, política, económica y espiritual que tienen con ella. Este espacio nos invita a entender el agua como un medio de vida, no solo como un recurso. "Enredando ecologías, conocimientos y parentescos”: Donna Haraway conversa con Brigitte Baptiste
El Mercado clandestino de conocimiento y no-conocimiento útil es un proyecto artístico que explora el diálogo para imaginar una sociedad futura. Foto: Cortesía Academia Móvil de Berlín. Ha sido la Comisión de la Verdad la que ha propuesto este tema para este Mercado, tanto por la importancia que el agua ha tenido en la historia del conflicto armado, como por la posibilidad de pensar y prever, a través del agua, los conflictos futuros. En el presente las comunidades en el norte del Cauca, en el Cesar o en los Montes de María han planteado el agua como elemento clave en procesos de reconciliación. En palabras de Hannah Hurtzig y de la comisionada Marta Ruiz, el Mercado construye una “ficción de futuro”, un espacio para imaginar una sociedad donde extraños se encuentran para dialogar, escuchar y disentir, tan necesaria para darle paso a la posibilidad de pensar más allá de la catástrofe, a partir del conocimiento y de cómo se comparte y cómo se recibe. Encuentre aquí el programa. Siga a Mercado Clandestino por Facebook * Museóloga y parte del equipo curatorial del Mercado clandestino de conocimiento y no-conocimiento útil