En 1971, los diarios neoyorquinos afirmaron que el Museo de Arte Moderno (MoMA) preparaba una exposición sobre Yoko Ono, quien para esa época era más conocida en los medios por su matrimonio con John Lennon que por su trabajo como artista. La exposición resultó ser una iniciativa por parte de Ono, sin autorización del museo, que consistía de un performance que, después se descubrió, nunca sucedió realmente. De acuerdo con la historia, Ono liberó cientos de moscas bañadas en su perfume por las instalaciones del museo para que volaran libremente. El propósito era que sus seguidores buscaran las moscas, haciéndolos más sensibles ante su entorno. Pero ahora, más de cuarenta años después, la artista se ha convertido en una de las pocas mujeres no blancas en exhibir en el MoMA. En una nueva exposición llamada Yoko Ono: One Woman Show, 1960-1971, curada por Christophe Cherix, director del área de dibujos e ilustraciones, y Klaus Biesenbach, curador principal del museo, la muestra reúne más de 100 piezas creadas a lo largo de su carrera artística. Gran parte del trabajo presentado llegó como un regalo en 2009, cuando el museo recibió piezas, cartas y documentos asociados a Fluxus, un colectivo artístico creado por George Maciunas en 1961 y con el que Ono colaboró durante un tiempo. Entre estos objetos se encuentra, por ejemplo, el icónico libro Grapefruit (1964), compuesto por 151 tarjetas mecanografiadas con instrucciones para el lector. Las tarjetas, exhibidas en las paredes de la instalación, invitan al público a interactuar con las obras y con los demás asistentes. En otros instantes, las instrucciones son frases simbólicas e imposibles de completar, pero que develan detalles íntimos de la artista. Según The New York Times, Grapefruit es una especie de diario poético que retrata la violencia de manera impávida y que suena alegre y desolado al mismo tiempo.

Una de las tarjetas del libro. "Piensa que cae la nieve. / Piensa que cae la nieve en todas partes / en todo momento. / Cuando hablas con una persona, piensa / que cae la nieve entre ti y / sobre la persona. / Deja de conversar cuando creas que / la persona está cubierta de nieve." Las distintas salas de la exposición reúnen objetos originales y algunas réplicas de las obras exhibidas en la galería de Maciunas en 1961 durante la primera exposición de Ono. La primera pieza que ven los visitantes al entrar a la sala es la recreación de la obra “Apple” (1961): una manzana verde que se pudre sobre sobre un bloque de plástico. Por otro lado, la sala del fondo está dedicada a la Plastic Ono Band, agrupación musical creada en 1969 por Lennon y Ono y con la que dieron a conocer su primer tema: “Give Peace a Chance”. La sala también reúne videos y registros de otras colaboraciones en pareja, como imágenes de su “Bed-In” (o “Encamada por la paz”) en 1969, cuando la pareja permaneció en cama durante una semana como símbolo de protesta contra la guerra. 

John Lennon y Yoko Ono en 1969. Una de las piezas más reconocidas de Ono también hace su aparición en esta retrospectiva. “Cut Piece” (1964) se trata de un performance grabado en Carnegie Hall, un famoso teatro de Manhattan, en el que la artista se sienta erecta y mira hacia la cámara, sin ningún tipo de expresión notable, mientras la audiencia utiliza unas tijeras para cortar retazos de su ropa hasta dejarla expuesta. Hasta hoy, “Cut Piece” continúa siendo una de las piezas más complejas de la artista y ha adquirido especial importancia para movimientos feministas y artísticos: un reflejo sutil de la violencia cometida contra la mujer y la victimización de su cuerpo. Además, después de que Ono admitió haber sufrido de depresión post-parto tras el nacimiento de su hija Kyoko en 1963, la pieza se transformó también en un símbolo de dolor maternal. “Fue doloroso ser utilizada como una incubadora. Fue también muy doloroso para el bebé cuando su madre se rehusó a encontrar una conexión con ella. Espero que el mundo sea más dócil con ella de lo que fue con su madre”, escribió la artista en una carta enviada a su amigo Jonas Mekas, un cineasta experimental. “Cut Piece” también ejemplifica la influencia del budismo Zen que acompañó a Ono durante muchos años y que se vio especialmente reflejado en el arte de la década de los sesenta. Tomando su educación japonesa y su formación artística en Estados Unidos como puntos de partida, Ono estableció paralelos entre la creación artística y las prácticas espirituales y vio su arte no solo como una forma de expresión, sino también como un vehículo para acceder a un nuevo estado de mindfulness o conciencia plena.        

Al final del recorrido el público se puede acercar a la “primera exposición” de Ono en el MoMA, una especie de homenaje al cambio de carácter que ha adquirido el museo. La única pieza reciente de la exposición, comisionada por el MoMA, se titula “To See the Sky” (2015) y consta de una escalera en espiral que los visitantes pueden subir para acercarse al techo de vidrio del sexto piso de la galería. No obstante, a medida que el público trepa cada escalón, la escalera se vuelve menos estable y comienza a balancearse de lado a lado, complicando el trayecto. Una prueba más de que el arte, en especial el de Ono, cruza la delgada línea entre lo apacible y lo sugestivo.