El castillo de Sa Fortalesa de Pollença, en su isla natal de Mallorca, fue el exclusivo escenario donde Rafa Nadal, uno de los tenistas más laureados de la historia, y María Francisca Perelló, conocida también como Mery o Xisca, celebraron el pasado 19 de octubre su tan esperado matrimonio, tras más de un año de preparativos.  Los nuevos esposos fueron acompañados por 350 invitados, entre familiares y amigos íntimos, pero no hay duda de que los más renombrados eran los reyes eméritos, Juan Carlos y Sofía. Asistieron además Carlos Moyá, entrenador del jugador, junto con su esposa, Carolina Cerezuela; y el también tenista Feliciano López, entre otros deportistas y personajes del jet set ibérico.

Eso sí, resultó extraña la ausencia de celebridades como Roger Federer, quien a pesar de su rivalidad en la cancha es gran amigo de Rafa; o Fernando Verdasco, yerno de Isabel Preysler, y otro destacado representante del deporte blanco español.  La grandiosa fiesta, que se prolongó hasta pasada la madrugada, se prendió por cuenta del cantante e imitador colombiano Julián Fontalvo. Mery se robó todas las miradas con su vestido de encaje francés con motivos art déco y falda évasé en seda crepé, adornado con pedrería, creado por Rosa Clará, encargada también de los atuendos de las mujeres de la familia Nadal. El novio, por su parte, lucía muy elegante gracias a su traje gris de lana fría o ligera, de la casa Brunello Cucinelli. 

Juan Carlos y Sofía, reyes eméritos de España, fueron los invitados más famosos al matrimonio. El monarca, en especial, es muy amigo de Nadal. La sencilla pero emotiva ceremonia, oficiada por el sacerdote Bartomeu Catalá, empezó con una hora de retraso y fue ambientada por un cuarteto de música clásica que hizo una conmovedora interpretación del ‘Ave María‘, de Schubert, que le arrancó lágrimas a más de uno.

Acto seguido, los invitados, a quienes se les solicitó que no llevaran sus teléfonos, disfrutaron de un suntuoso banquete de bodas, en medio de una decoración de flores blancas, atendido por un selecto equipo de chefs de los restaurantes Tatel, Zela (del cual Nadal es socio junto con Enrique Iglesias y Cristiano Ronaldo) y Santi Taura, dirigidos por la famosa Maca de Castro. Así, se degustaron delicias como canelón clásico de carnes asadas con salsa bechamel de trufa o lubina en papillote, con verduras de temporada y hierbas aromáticas, todo bañado con vinos como Oremus Mandolás Furmint 2017, Tempos Vega Sicilia y Alión Ribera del Duero, además de champán Deutz. De postre, un “no pastel” de limón, que rompió con lo acostumbrado.

La novia lució un modelo de encaje francés y seda crepé, de Rosa Clará, mientras que el tenista eligió un vestido de Brunello Cucinelli. La grandiosa fiesta, que se prolongó hasta pasada la madrugada, se prendió por cuenta del cantante e imitador colombiano Julián Fontalvo, muy admirado por Nadal y quien interpretó éxitos de grandes estrellas como Édith Piaf y Freddie Mercury, que pusieron a bailar y cantar a voz en cuello a los invitados. Luego vino un electrizante show de varios DJ, momento para el cual la nueva señora Nadal lució otro glamuroso traje de noche, también de Rosa Clará, de escote halter. * Este artículo hace parte de la última edición de la revista Jet Set. Puede leer otros aquí.