En medio de la crisis sanitaria por la que atravesamos, la seguridad alimentaria y el abastecimiento se han convertido en temas fundamentales. “Hemos trabajado por garantizar el abastecimiento de los colombianos en el marco de esta pandemia moviendo más de tres millones de toneladas de alimento en este primer semestre, todo para lograr la seguridad alimentaria del país. Adelantamos el ciclo de vacunación contra la aftosa y la recolección de la cosecha cafetera, solo por mencionar dos acciones en las que hemos trabajado de manera conjunta la institucionalidad, los gremios y los productores para que el campo no pare y mantener su productividad”, afirma el ministro de agricultura, Rodolfo Zea.En esta labor, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), que tiene como misión trabajar por la sanidad agropecuaria y la inocuidad agroalimentaria del campo colombiano, ha sido clave. Así lo explica su gerente, Deyanira Barrero León: “es deber del Estado velar porque los habitantes puedan acceder a este derecho. De esta forma, el ICA, como parte del Estado, expide  medidas sanitarias y fitosanitarias y reglamentos técnicos, para una producción en condiciones óptimas, pues de esta manera contribuimos para que todas las personas tengan acceso a alimentos sanos, nutritivos, seguros, y en la cantidad suficiente para satisfacer sus requerimientos en todo sentido”.Desde el principio de la cadena, el ICA acompaña a los productores para que desarrollen su agronegocio con éxito. En el tema vegetal, una siembra con semilla certificada, de calidad y legal, mejora la condición fitosanitaria de los cultivos y logra una cosecha más segura que garantiza la calidad del alimento.En el caso animal, entre otras cosas, el estatus sanitario como país libre de fiebre aftosa con vacunación, que se logró en febrero de 2020 gracias a los esfuerzos del ICA y del sector ganadero, permite que nuestro ganado sea competitivo en cualquier mercado del mundo.“Una de las acciones fundamentales para este logro fue la campaña nacional de vacunación –que actualmente ya ha impactado a más del 96 por ciento del ganado– y que le permitió a Colombia recuperar su estatus sanitario a principios de 2020”, explica el subgerente de protección animal de la entidad, Alfonso Araújo.Además de la gestión de áreas libres de plagas y enfermedades, el instituto tiene como función establecer las regulaciones para todo el sector agropecuario como, por ejemplo, la trazabilidad de las semillas y la selección de insumos químicos para los cultivos. También está encargado de emitir los certificados de Buenas Prácticas Agrícolas. En 2020, a través de estas, se pondrán más de 2.000 predios en la ruta de la sostenibilidad.Uno de los ejemplos de éxito agrícola es el del aguacate hass. En 2018, el ICA impulsó una modificación de las normativas del sector para darle un impulso en el mercado. Gracias a esto, la producción nacional aumentó 27,8 por ciento al año siguiente, según el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.La labor sanitaria, fitosanitaria y de inocuidad en la producción primaria del ICA suponen un eje fundamental del desarrollo agropecuario del país. Su fórmula de ciencia y tecnología es el abono perfecto para el crecimiento de un campo cada vez más productivo, sostenible y seguro.Lea también: Banco Agrario, un salvavidas durante la pandemia