En octubre pasado, las autoridades destaparon un escándalo que conmocionó a la comunidad universitaria de la Universidad Distrital. Wilman Muñoz Prieto, quien ejerció como profesor de Ingeniería de Obras Civiles y exdirector de Extensión (Idexud) de esa institución, fue hallado responsable de haber desviado cerca de 11.000 millones de pesos que tenían destinos académicos, en gastos y lujos personales. Este jueves, la Fiscalía General de la Nación informó que ocupó, con fines de extinción del derecho de dominio, bienes muebles e inmuebles por 5.000 millones de pesos a nombre de exdirectivo de la Universidad Distrital Wilman Muñoz Prieto y su núcleo familiar. El material probatorio recaudado, y las labores investigativas por parte de un grupo de fiscales, permitieron constatar cómo Muñoz Prieto, actualmente privado de la libertad en la cárcel La Picota de Bogotá, se apropió de manera irregular de más de 12.209 millones de pesos. Los análisis financieros y contables evidenciaron que el capturado se valió de su posición como director del Instituto de Extensión y Educación para el Trabajo y Desarrollo Humano (Idexud) de la Universidad Distrital y usó para su beneficio la tarjeta de crédito Visa Viajera de la institución y la cuenta corriente de la cual giró 369 cheques para gastos excéntricos. 

Entre los gastos en los que incurrió, haciendo uso de estos medios, se destacan pagos por 188 millones de pesos en tarjeta de crédito y el uso de seis cheques por cerca de 400 millones de pesos para la compra de tres vehículos. Tras un trabajo coordinado entre las direcciones especializadas de Extinción del Derecho de Dominio y contra la Corrupción de la Fiscalía General, el exdirectivo aceptó los cargos imputados en su contra como responsable del delito de peculado por apropiación por el monto referido, y 600 falsedades, e irá a juicio por el delito de concierto para delinquir agravado. El cruce de información contable, sumado a los análisis financieros relacionadas con Muñoz Prieto, demostró que el dinero en cuestión fue invertido por el implicado en la compra de vehículos clásicos y de alta gama; y en la adquisición de inmuebles de gran extensión y valor. Se destacan, entre los bienes ocupados, apartamentos, oficinas y parqueaderos ubicados en el norte de Bogotá; tres lotes, dos de ellos en Tubará (Atlántico) y uno más en Villa de Leyva (Boyacá), que alcanzaba una extensión de 8.500 metros. 

A las autoridades les llamó la atención la adquisición de 11 vehículos de alta gama y clásicos entre los que se encuentran un Jaguar modelo 74, un Datsun modelo 71, un Porsche Convertible modelo 2004, un par de Mercedes-Benz y una cuatrimoto. Los bienes afectados fueron dejados a disposición de la Sociedad de Activos Especiales (SAE) para su administración.