El Banco de la República publicó la versión más reciente del “Informe del gerente”, un documento en el cual Juan José Echavarría analiza la situación macroeconómica del país y en esta oportunidad resaltó la recuperación del país tras el choque de 2014 y la resistencia ante las crisis de Turquía y Argentina, que no han impactado de forma importante a Colombia. El gerente Echavarría señaló que “las cifras del PIB muestran una economía que ha empezado a ganar dinamismo de manera sostenida, pero en la cual subsisten diferencias importantes en el desempeño de sus componentes, tanto de demanda como de oferta”. Y advirtió que “esta heterogeneidad requiere atención por parte de las autoridades para identificar las razones que impiden un mejor desempeño de los sectores rezagados”. Por ejemplo, destacó el informe, mientras el consumo de los hogares y el Gobierno incrementó por factores como la baja de tasas de interés y el incremento de la confianza en el caso de los privados y los comicios electorales en el caso del gasto público, la formación bruta de capital sigue siendo negativa. Recomendado: Colombia recupera rápidamente su inversión extranjera directa La principal razón es la contracción de los subsegmentos de vivienda y otras edificaciones dada la reducida demanda de estos bienes y la alta oferta de los mismos, que se derivó de una amplia etapa de construcción durante los años de altos precios del petróleo. En cuanto al crecimiento del PIB por oferta, el Dane ha registrado durante los dos primeros trimestres de este año cómo mientras la mayoría de sectores crece a tasas positivas e incluso se ven algunos picos como el de Actividades Profesionales que creció 7,6% en el segundo trimestre, unos pocos segmentos como Construcción y Explotación de minas y canteras siguen decreciendo a tasas superiores a 5%. En ese sentido, el gerente del Emisor agregó que “en la medida en que la economía aún opera por debajo de su capacidad potencial, este estímulo a la demanda se reflejará menos en presiones alcistas de precios y más en una mayor utilización de la capacidad instalada y en el crecimiento de la economía”. El reporte del gerente del Banco de la República también recordó que aunque los cálculos indican que el crecimiento potencial del país es cercano a 3,5%, se espera que este año el país cerca de 2,7% y para 2019 alcanzaría su potencial con una expansión del PIB que se proyecta entre 3% y 3,5%. Sin embargo, las noticias sobre el precio del petróleo en los últimos días podría darle un impulso adicional a la economía ya que los cálculos que el Gobierno llevó a cabo sobre el desempeño económico para este año se hicieron con la base de un precio del barril de crudo de US$63 y en las últimas semanas dicho precio ha rodeado los US$80. El gerente Echavarría señaló que aunque la economía del país “prácticamente logró superar uno de los choques externos más fuertes de su historia reciente, hasta conformar un escenario propicio para iniciar su proceso de recuperación”, todavía evidencia consecuencias del choque sufrido y se enfrenta a la volatilidad e incertidumbre internacional. Puede interesarle: Deuda externa cerró el primer semestre estable en 36,5% “La economía no logra todavía alcanzar su crecimiento potencial, la inflación y sus expectativas requieren culminar su convergencia a la meta, y el déficit de la cuenta corriente debe reducirse para asegurar un nivel sostenible”, advirtió el gerente del Emisor. Por un lado, el Gobierno Nacional logró ajustar sus cuentas a la caída de sus ingresos, que rodeó el 3% del PIB entre 2013 y 2017, pero incrementó su deuda desde 34,6% hasta 43,1% del PIB en el mismo periodo como consecuencia no solo de la caída en sus ingresos sino también de la devaluación del peso. “De esa forma, para cumplir con la regla fiscal, retomar la senda decreciente de la deuda pública y garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas el Gobierno va a requerir un ajuste adicional”, agregó Echavarría. Y en ese contexto, el país se enfrenta a nuevas vulnerabilidades provenientes del exterior como la normalización de tasas de interés de la Reserva Federal de los Estados Unidos y la intención del Banco Central Europeo de reducir sus compras mensuales de activos. Ambas medidas reducen el flujo de inversión a países emergentes, como Colombia, e incluso podría producir una salida de capitales. Otro riesgo que advirtió el gerente Echavarría es el posible incremento de barreras arancelarias en el mundo como consecuencia de las tensiones entre Estados Unidos y China, Europa y otros países, así como las dudas sobre la sostenibilidad del precio del petróleo en su nivel actual. Lea también: ¿Preocupa el precio del dólar en Colombia?