Es muy común sufrir de sarro en los dientes, o más conocido como cálculo dental, una acumulación de placa que suele ser pegajosa y se compone de bacterias. Este fenómeno se da tras consumir diversos alimentos en modo de la mencionada placa, pero en caso de no actuar rápidamente con un buen cepillado o el hilo dental, de manera irremediable, pasa a ser un sarro difícil de remover.
Es importante anotar que la placa empieza a acumularse por sustancias minerales, como fósforo y sales de calcio, además de que modifica radicalmente el color de los dientes, sea marrón o amarillento en su tonalidad.
Esta acumulación en los dientes lleva incluso a problemas gingivales, sea por encima o debajo de las encías, por lo que es importante reaccionar con métodos de notable eficiencia y la inclusión de expertos en el proceso.
En caso de no actuar de forma pertinente, el sarro lleva a mal aliento, caries y enfermedades en las encías, por lo que es importante visitar con regularidad a su dentista de confianza.
Pero más allá de que el odontólogo intervenga en los dientes, se ha hablado de métodos naturales para liquidar este mal y que haya una salud dental más próspera; sin embargo, los expertos dan un ‘portazo’ a que alguna tenga propiedades milagrosas y erradique de una vez dicho mal.
¿Qué métodos son buenos para el sarro dental?
De acuerdo con un artículo de la Clínica Cervera, “no existen trucos ni productos ‘milagro’ antisarro’”. Hay varias alternativas, como usar higiene bucal, agua oxigenada, bicarbonato o limón, pero realmente no son de mayor productividad y, es más, pueden conducir a que haya un daño más grave en los dientes.
No obstante, la principal recomendación se basa prevenir al máximo las consecuencias del sarro dental. Así parezcan métodos muy simples, el hecho de cepillarse adecuadamente marca la diferencia, así como el uso de hilo dental y hacerse limpiezas bucales con regularidad.
“En el caso del sarro, el mejor ataque es una buena defensa. El único remedio casero contra el sarro es la prevención, es decir, cumplir con una buena higiene oral en casa para evitar que aparezca”, reseña la fuente citada, sumándole que recalca la limpieza de los espacios interproximales entre diente y diente.
Es decir, elementos básicos como: cepillarse los dientes por tres veces al día durante dos minutos, como mínimo; usar un cepillo con suavidad para no ocasionar ninguna herida, o si puede ser electrónico; limpiar las superficies difíciles de alcanzar; el uso frecuente de hilo dental; una pasta de dientes con flúor para esfumar las placas; enjuagarse la boca a diario; tomar mucha agua; bajarles a los alimentos que tengan mucho azúcar; no fumar, y al menos ir a un control dental anualmente, sin duda, son los métodos principales para evitar a toda costa el sarro.
Respecto a los que ya tienen una cantidad evidente de sarro en los dientes, según el artículo de Clínica Cervera, únicamente se soluciona “mediante una profilaxis o limpieza dental”, puesto que los aparatos ultrasónicos de los dentistas “producen ondas vibratorias que rompen el sarro de la superficie del diente sin afectar en absoluto el esmalte”.