Sufrir de gastritis puede ser una experiencia estomacal extremadamente incómoda. Afortunadamente, esta afección a menudo se puede prevenir adoptando hábitos alimenticios saludables y manteniendo un estilo de vida equilibrado. Sin embargo, para aquellos que ya están lidiando con los molestos síntomas de la gastritis, existe un remedio natural recomendado: el agua de arroz. Este remedio casero se ha utilizado tradicionalmente para aliviar los malestares estomacales asociados con la gastritis.

¿Qué es la gastritis?

La gastritis comprende un conjunto de afecciones caracterizadas por la inflamación del revestimiento interno del estómago. Esta condición ocurre cuando la debilidad o las lesiones en la barrera mucosa que protege el estómago permiten que los jugos digestivos dañen y provoquen inflamación en dicho revestimiento.

Manos de mujer tocando el vientre y el estómago dolorosos que sufren de gastritis crónica sobre fondo blanco. concepto de salud. | Foto: Getty Images

Además, ciertos factores pueden contribuir al desarrollo de la gastritis, incluyendo la ingestión de alimentos picantes, el consumo excesivo de alcohol y la ingesta exagerada de grasas. Estos elementos pueden agravar la condición y aumentar el riesgo de su aparición.

Factores que aumentan el riesgo de padecer gastritis

Los siguientes son algunos factores que aumentan las probabilidades de tener gastritis:

  • Infección bacteriana
  • Uso frecuente de analgésicos
  • Edad avanzada
  • Consumo excesivo de alcohol
  • Estrés
  • El cuerpo ataca las células propias del estómago
  • Otras enfermedades y trastornos

Síntomas de la gastritis

La gastritis es muy molesta y presenta los siguientes síntomas:

  • Ardor en el estómago.
  • Dolores de cabeza.
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Sensación de fatiga y cansancio
  • Baja energía
  • Sangre en las heces

Agua de arroz para la gastritis

De acuerdo con el portal mejorconsalud.com, “existen numerosos remedios caseros basados en el uso del arroz para aliviar esta incomodidad estomacal. Uno de los más simples y efectivos es el agua de arroz. Su preparación es fácil y ha demostrado ser verdaderamente eficaz para combatir esta molestia”.

Ingredientes

  • 1 taza de arroz (200 g)
  • 6 tazas de agua mineral (1,5 litros)

Preparación

  • Primero, se debe cocinar el arroz usando un litro y medio de agua por cada taza de arroz blanco.
  • Dejar la olla tapada para que se evapore la menor cantidad de agua posible.
  • Luego, dejar entibiar el agua y el arroz
  • A continuación, colar y reservar el agua en un recipiente o botella en el refrigerador
  • Finalmente, consumir 3 vasos de este agua de arroz diariamente hasta que los síntomas se calmen.
El tónico de agua de arroz ayuda a emparejar el tono de la piel. | Foto: Getty Images

Además, si alguien tiene que preparar un plato con arroz, es importante recordar que el agua que queda después de cocinar el arroz puede ser beneficiosa para tratar estas dolencias estomacales. Esta agua residual, rica en propiedades que pueden aliviar los síntomas, puede ser utilizada como un remedio natural para estas afecciones.

Beneficios del agua de arroz para la gastritis

El agua de arroz representa una solución natural y asequible para aliviar diversas dolencias estomacales. “Este remedio es igualmente efectivo para personas de todas las edades, lo que lo convierte en una opción versátil para el alivio de malestares gástricos”, así lo señaló TuaSaude.com.

Nadie está exento de sufrir acidez estomacal. | Foto: Getty Images

Rica en minerales y nutrientes esenciales, esta agua ofrece una serie de beneficios significativos para la salud, que incluyen:

  • Reducir la inflamación de las paredes del estómago.
  • Evitar el dolor.
  • Reducir los gases y la presión en el abdomen.

Es recomendable aplicar este remedio casero utilizando agua de arroz para tratar la gastritis y compartir este conocimiento útil con amigos y familiares. Sin embargo, es fundamental recordar que si los dolores estomacales o el reflujo esofágico persisten sin alivio, es crucial consultar a un médico de confianza. Un profesional de la salud podrá evaluar adecuadamente la situación y, si es necesario, derivar a un especialista para un tratamiento más específico y efectivo.