El envejecimiento es un proceso natural e inevitable de la vida al que muchas personas a nivel mundial detestan, sin lugar a dudas. Incluso, hay individuos que le tienen fobia a la vejez, la cual se conoce como gerascofobia. Existen diferentes procedimientos estéticos que “camuflan” su surgimiento, pero no son muy recomendados, según los especialistas en el tema.
La vejez es tan temida porque son muchas las enfermedades que aparecen por su llegada. Una de ellas es la osteoporosis, la cual causa fragilidad en los huesos. Otra es el Alzheimer, la cual está relacionada con el pensamiento. Una más es el Parkinson, que afecta al movimiento, y otra es la artritis, que se caracteriza por provocar problemas en las articulaciones.
“Desde un punto de vista biológico, el envejecimiento es el resultado de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, lo que lleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, a un mayor riesgo de enfermedad y, en última instancia, a la muerte. Estos cambios no son lineales ni uniformes, y su vinculación con la edad de una persona en años es más bien relativa”, dice la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Otro cambio significativo del envejecimiento es la aparición de las arrugas, las cuales son pliegues que surgen por la pérdida de colágeno. Pero, sobre el colágeno, ¿a qué edad como tal el cuerpo lo deja de producir?
Pues bien, esta cuestión la resolvió el Institut de Salut PB Clinical, la cual menciona que “por lo general, a partir de los 35 años, comienzan a ser visibles en nuestro rostro algunas arrugas de expresión y pliegues que normalmente se deben a la falta de colágeno y elastina en la piel”.
Y agrega que “el colágeno tiene mucho que ver en el proceso de aparición de las arrugas, ya que se trata de la proteína encargada de generar unas fibras, muy resistentes y flexibles, que están presentes en numerosos tejidos de nuestro cuerpo. Por eso se considera que esta proteína es una de las estructuras más importantes para mantener una adecuada elasticidad, firmeza y tersura en nuestra piel”.
Como el colágeno se pierde con el paso del tiempo, es crucial consumir de forma regular alimentos ricos en esta proteína. Algunos de estos son, por ejemplo; la carne (patas, piernas, espaldilla) y la gelatina. La recomendación de los profesionales de la salud es que se coman con frecuencia, pero en cantidades moderadas.
Referencias científicas
Envejecimiento, OMS.
Colágeno, Institut de Salut PB Clinical.