La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias, a medida que el corazón la bombea para ser distribuida a las diferentes partes del cuerpo.
Cuando esa presión se eleva, se le conoce como hipertensión y el corazón debe trabajar más para bombear sangre. Los expertos explican que la presión arterial se mide en milímetros de mercurio (mm Hg). En general, la hipertensión está relacionada con una lectura de la presión arterial de 130/80 milímetros de mercurio o superior.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) indica que la mayoría de personas cuando tienen la presión elevada no presenta síntomas, aunque la tensión arterial muy alta puede causar dolor de cabeza, visión borrosa, dolor en el pecho y otros síntomas.
Así las cosas y dado que no se evidencian señales, la mejor manera de saber si se tiene la tensión alta es midiéndosela de manera redular. Si no se trata, la hipertensión puede causar enfermedades como insuficiencia renal, enfermedades del corazón y derrames cerebrales.
Las personas que tienen la tensión arterial muy alta pueden presentar los siguientes signos:
- Dolor intenso de cabeza
- Dolor en el pecho
- Mareos
- Dificultad para respirar
- Náuseas
- Vómitos
- Visión borrosa o cambios en la visión
- Ansiedad
- Confusión
- Pitidos en los oídos
- Hemorragia nasal
- Cambios en el ritmo cardiaco
La alimentación es clave para prevenir afecciones relacionadas con presión arterial. En la alimentación diaria no deberían faltar las verduras, frutas y granos o cereales integrales. Adicionalmente, se deben incluir alimentos que son buena fuente de calcio, proteínas y otros nutriente como los productos lácteos descremados o bajos en grasa, indica el instituto de investigación Mayo Clinic.
El médico endocrinólogo Oscar Rosero, le explica a SEMANA que para mantener la presión arterial bajo control, es determinante realizar cambios en la dieta y llevar hábitos de vida saludables. Es clave evitar la ingesta de alimentos ultraprocesados e industrializados que usualmente son cargados de sodio, ingrediente que eleva la presión arterial. Además, este tipo de productos contienen azúcares y harinas refinadas, que tampoco son saludabes para el organismo.
Así las cosas, es importante la ingesta de comida que no tenga procesamiento y se cocina en casa, priorizando vegetales, frutas y leguminosas. En la lista de productos que pueden incluirse de manera recurrente en la dieta están los arándanos y una de las formas de aprovechar sus beneficios es en jugo.
El aporte del jugo de arándanos para regular la presión
Estos pequeños frutos contienen resveratrol, una sustancia que ayuda a relajar los vasos sanguíneos. También son ricos en antocianinas, un grupo de pigmentos vegetales que promueven la salud cardíaca. En un estudio del 2019, publicado en Journals of Gerontology, se determinó que las personas que tomaron una bebida de arándanos azules silvestres cada día durante 28 días lograron reducir su presión arterial en 5 mmHg.
Las antocianinas son las que le dan el color característico a estos frutos y son las responsables de la mayoría de beneficios de los mismos. Se hallan en mayor proporción en los arándanos silvestres de pulpa oscura y poseen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Si se consumen en cantidades suficientes reducen el riesgo de sufrir una variedad de enfermedades al contrarrestar el efecto de los radicales libres.
Otra de las bondades que se le atribuyen a estas pequeñas bayas es que parecen ser especialmente saludables para el cerebro, de acuerdo con una investigación realizada por la Universidad de Rush. y referida por la fundación estadounidense AARP.
Referencias científicas:
Circulating Anthocyanin Metabolites Mediate Vascular Benefits of Blueberries: Insights From Randomized Controlled Trials, Metabolomics, and Nutrigenomics.