La pérdida de memoria puede definirse como un olvido patológico y se evidencia cuando se presentan problemas para aprender algo nuevo, recuperar recuerdos o acordarse de sucesos recientes.
Este padecimiento, también conocido como amnesia, puede producirse tras el daño o la alteración de cualquiera de las regiones del cerebro involucradas en la memoria, como consecuencia de un traumatismo cerebral, demencias degenerativas, enfermedades del metabolismo, convulsiones, consumo de tóxicos, alteraciones psicológicas y, en algunas ocasiones, sin causa orgánica aparente, indica el portal especializado Cinfasalud.
Cuidar el cerebro es fundamental, pues él es el encargado de controlar la respiración, la frecuencia cardiaca, la digestión, la temperatura, los sentidos, el movimiento, poder hablar, manejar las emociones y gozar de los recuerdos. Sin embargo, los alimentos que se ingieren pueden afectar directamente a este órgano.
Según un artículo compartido en la CNBC, donde la doctora Uma Naidoo, fundadora de la primera unidad de Psiquiatría Nutricional del mundo y miembro de la Facultad de Medicina de Harvard, cuando se consumen alimentos saludables se puede evitar la demencia y las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y el Parkinson.
Algunos estudios científicos muestran que una dieta mediterránea es capaz de rejuvenecer el cerebro diez años. Cuando se reemplaza a otros alimentos, podría empeorar la función cerebral. Naidoo menciona ciertos tipos de comidas que se deben evitar, los cuales son:
- Aceites industriales: la experta señala que los aceites procesados suelen extraerse de semillas de soja, maíz, colza, algodón, girasol y cártamo, que contienen muchos ácidos grasos de omega-6. Esto lleva a que el organismo produzca sustancias químicas que provocan inflamación en el cerebro. “Si va a saltear verduras o asar carne, le recomiendo que utilice aceite de oliva, coco o aguacate”, indica.
- Alimentos con azúcares añadidos y refinados: Naidoo explica que “el cerebro utiliza energía en forma de glucosa, un tipo de azúcar, para alimentar las actividades celulares. Pero una dieta rica en azúcar puede provocar un exceso de glucosa en este órgano”. Esto puede generar alteraciones en la memoria y menor plasticidad del hipocampo, la parte del cerebro que controla la memoria.
- Alimentos procesados: cuando se consume un alta cantidad de estos productos se pone en riesgo cortar los telómeros, es decir, los que promueven un envejecimiento celular saludable, y cuando se acortan se podría padecer de enfermedades degenerativas a una edad temprana.
- Alimentos con edulcorantes artificiales: estos no contienen ningún valor nutricional, solamente contribuyen a aumentar las bacterias intestinales malas, lo que afecta negativamente el estado de ánimo.
Además, dichos edulcorantes que se encuentran en la sacarina, la sucralosa y la estevia se han relacionado con la ansiedad, específica un estudio. También, provoca oxidación y genera que se aumenten los radicales libres dañinos del cerebro.
- Frituras: en una investigación realizada con más de 18 mil personas se pudo observar que una dieta con exceso en alimentos fritos se relacionaba con puntuaciones más bajas en la memoria y la cognición.