Con el paso de los años, se presentan distintos cambios en el organismo y también se aumentan las dolencias, especialmente en las articulaciones que hacen referencia a los hombros, codos, cadera, rodillas, columna y nudillos.
De acuerdo con MedlinePlus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el dolor articular puede ocasionar por múltiples factores, entre ellos, lesiones o afecciones, y puede estar relacionado con la artritis o dolor muscular.
Entre los factores que aumentan el riesgo de padecer dolor articular, están los siguientes: enfermedades autoinmunitarias, como la artritis reumatoidea y el lupus; bursitis; condromalacia rotuliana; cristales en la articulación; infecciones causadas por un virus; osteoartritis; osteomielitis (infección del hueso); artritis séptica (infección articular); tendinitis, entre otras.
En cuanto a la sintomatología, la señal más común es la inflamación de la articulación, pero además de ello puede aparecer sensibilidad, enrojecimiento, dolor con el movimiento, temperatura elevado y sonidos extraños a la hora de movilizar la articulación. Ante estos síntomas, es fundamental acudir a un especialista en salud para conocer la causa y el diagnóstico a seguir.
Ahora bien, para disminuir los síntomas que afectan las articulaciones con el paso de los años, se debe consumir una buena implementación vitamínica, ya que es esencial para el correcto funcionamiento del organismo. Por ejemplo, una muy necesaria no solo para las articulaciones, sino también para la salud ósea es la vitamina D, que ayuda a absorber el calcio, un mineral que se necesita para la formación ósea.
De hecho, una revisión denominada ‘Vitamina D y dolor crónico’ publicado en la revista de la Sociedad Española de Dolor detalla que dicho nutriente previene enfermedades crónicas que están asociadas a la inflamación. Incluso, varios estudios citados en la investigación señalan que hay una mayor frecuencia de dolor crónico musculoesquelético o dolor óseo generalizado en pacientes con deficiencia de vitamina D.
“Los suplementos de vitamina D en pacientes con bajas concentraciones séricas puede ser una manera fácil y segura para disminuir el dolor crónico, principalmente musculoesquelético, en muchos pacientes”, indica el estudio.
Niveles óptimos de vitamina D
Para conocer las cantidades adecuadas de este nutriente en los adultos, National Institute of Health los da a conocer:
- Bebés hasta los 12 meses 10 mcg (400 UI).
- Niños de 1 a 13 años 15 mcg (600 UI).
- Adolescentes de 14 a 18 años 15 mcg (600 UI).
- Adultos de 19 a 70 años 15 mcg (600 UI).
- Adultos mayores de 71 años 20 mcg (800 UI).
En cuanto a la forma de obtener esta vitamina de forma natural, la luz del sol es la más adecuada pero con la debida protección. Lo recomendado es usar protector solar con factor de protección de 15 o más, dependiendo si la persona está constantemente expuesta al sol.
Otra forma de obtener buenas cantidades de vitamina D es por medio de algunos alimentos, entre los recomendados están: los pescados grasos, como la trucha, el salmón, el atún y la caballa, así como los aceites de hígado de pescado; el hígado de ganado vacuno, la yema de huevo y el queso; entre otros.
Revisión científica:
- ‘Vitamina D y dolor crónico’ - Revista de la Sociedad Española de Dolor.
- ‘Vitamina D y enfermedades autoinmunes reumáticas’ - Departamento de Inmunología y Reumatología de la Facultad de Medicina, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
- Dolor articular - MedlinePlus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
- Vitamina D - National Institute of Health.