La banda ‘Castores de Brasilia’, dedicada a realizar secuestros exprés en Bogotá, fue desarticulada gracias a una investigación que inició la Dirección de Crimen Organizado de la Fiscalía desde el 2012. Según las pesquisas, a través de las redes sociales las mujeres que hacían parte de la organización contactaban hombres adinerados de entre 25 y 50 años. Y después de unas charlas por esos medios los citaban en algún lugar público para reunirse con ellos. Luego, al terminar la reunión, las jóvenes los invitaban a sus apartamentos. Cuando ellos accedían, al llegar al lugar eran secuestrados por hombres armados que procedían a hurtarles sus pertenencias y vaciarles sus cuentas bancarias. En uno de los casos, la víctima, después de que fue contactada por una de las mujeres de la banda, se reunió con ella en un centro comercial ubicado en el suroccidente de Bogotá. Luego de compartir una pizza ella le dijo que la llevara a la casa ubicada en el barrio Britalia (sur de Bogotá), donde un supuesto primo de ella le iba a dar unas llaves. Cuando llegaron le insistió en que entraran al apartamento, que estaba en el segundo piso. Allí salieron entre ocho y 12 personas armadas con cuchillo, lo amarraron de pies y de manos y lo torturaron durante unas siete horas, hasta que obtuvieron las claves de las tarjetas, informó la Fiscalía. Según el fiscal Juan Carlos Acevedo, director nacional de Fiscalía Especializada contra el Crimen Organizado, en total hubo 10 víctimas de esta banda. De ellas, dos fueron asesinadas. La investigación utilizó medios técnicos, como interceptaciones telefónicas, y la infiltración de un policía, cuya labor fue conquistar a una de las mujeres de la organización que brindó información fundamental para el proceso. Gracias a ese trabajo, todos los miembros de la banda fueron capturados y condenados. Este jueves el juzgado segundo Especializado emitió fallo condenatorio contra tres de los integrantes de la estructura, por los delitos de secuestro extorsivo, homicidio y hurto agravado, con lo que podrían pagar una pena de hasta 40 años de prisión. Según la Fiscalía, la banda está “completamente desarticulada”.