En enero, tan solo uno días después de haberse posesionado, el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, lanzó una frase lapidaria para uno de los sistemas de transporte en la ciudad. Dijo que los tranvías eran “unos juguetes muy lindos, son carísimos, hacen menos que los buses y cuestan más”.La declaración causó revuelo porque el mandatario daba la primera puntada para acabar los proyectos de transporte masivo proyectados en la administración de Gustavo Petro. Para Peñalosa, la solución es la implementación de las troncales de Transmilenio.Ahora, cuatro meses después de que el alcalde entregó esa declaración, la Administración Distrital confirmó que no está interesada en esta obra. La razón, encontró inconsistencias en el proyecto.La iniciativa de Alianza Público Privada (APP) quedó descartada luego de un análisis realizado por la Financiera del Desarrollo Territorial (Findeter) que encontró fallas en la infraestructura, la tarifa y la demanda de pasajeros.Tal vez la mayor inconsistencia es la del precio que se cobraría por el pasaje. Mientras los representantes de metro ligero propusieron $2.200, Findeter en su informe señaló que esto sólo sería viable con un costo de $3.000. Además, en la proyección a futuro de esta iniciativa, el metro no cubre la demanda de pasajeros que se requiere y tiene problemas de financiación, y el Distrito tendría que asumir los costos.“Tenemos que ser responsables con las decisiones que tomamos y basarlas en argumentos técnicos. Por eso, al no suplir las necesidades de movilidad en este corredor, determinamos rechazar el proyecto de tranvía por la avenida 68”, aseguró Alexandra Rojas, gerente de Transmilenio.Parece que en los planes de la actual administración hay una prioridad de movilidad distinta. La directora del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), Yaneth Mantilla, manifestó hace semanas que sobre la avenida 68 se plantea hacer Transmilenio con dos carriles de 30 estaciones, además de tres carriles mixtos por sentido.Lo cierto es que para Felipe Londoño, director de operaciones de la propuesta de metro ligero, “no existen estudios actualizados para la realización de Transmilenio por la 68 y con metro ligero no hay necesidad de adquisición predial, pues este se construirá sobre el espacio público existente”.Antes de ser rechazado el proyecto, los representantes de metro ligero habían enviado una carta al alcalde Enrique Peñalosa y a la gerente de Transmilenio para socializar su propuesta, incluso mirar los posibles ajustes o cambios que se pudieran dar desde el Distrito. La respuesta a esta misiva es que la viabilidad de este proyecto se daría sólo en los tiempos estipulados; la reunión nunca se realizó.Lo cierto es que el proyecto que buscaba dar solución al transporte masivo por la avenida 68, tendría un costo de $1,2 billones, los cuales serían asumidos por los privados, recuperarían su inversión a través de la venta de pasajes y además se harían cargo del mantenimiento durante 30 años.Humberto Manuel Suárez, representante legal del proyecto, le dijo a Semana.com que “esta iniciativa fue estudiada por Findeter y en las mesas de socialización había recibido buenas críticas”. A pesar de ello, Peñalosa le puso punto final.