El tema del espacio público nunca fue importante para el mundo sino hasta 1970, cuando se comenzó a hablar de su existencia como un punto destacado para la sostenibilidad y el desarrollo social de las ciudades. Sin embargo, no todas las principales urbes en el planeta enfocaron sus administraciones hacia este vital aspecto y tampoco había ejemplos o profesionales que pudieran determinar los parámetros para moldear los mejores escenarios al aire libre, en ese entonces. Aun así, con el tiempo hubo muestras que se convirtieron en ejemplo, pero no solo por el concepto de su infraestructura, sino por la manera en que se transformaban en focos de encuentro y de goce ciudadano. Para no ir tan lejos, Nueva York ha sido un referente de cómo los espacios públicos no solo pueden generar recursos para la ciudad y ser puntos activos para la comunidad, sino también sitios de atracción turística, o los que cualquier visitante quiere conocer y disfrutar.
Justamente eso lo entendió perfectamente el exalcalde Michael Bloomberg, quien gobernó esta importante ciudad por tres periodos consecutivos, comenzando en 2002 y terminando en 2013, y cuyo foco central en su plan de Gobierno se centró a la remodelación urbana, la seguridad y la salud de los ciudadanos. Para tal fin, añadió a esta urbe un total de 1,6 kilómetros cuadrados de zonas verdes, 724 kilómetros de carril para bicicletas y ejecutó un programa de recuperación y equipamiento de parques, que le han permitido ser recordado y valorado, con el paso de los años. De hecho, gracias a su gestión en el acondicionamiento de un mejor y atractivo espacio público, durante su mandato se alcanzó la tasa más baja de asesinatos en 50 años, pasando de 649 en 2001 a 300 en 2013. Así mismo, el sector turístico tuvo su auge, logrando un récord de 54,3 millones de visitantes en 2013, y la esperanza de vida de los neoyorquinos aumentó tres años, a partir de 2002. Su trabajo ha logrado un nivel de importancia tal, que decidió crear la Fundación Bloomberg Associates, la cual hoy ofrece asesoría especializada a varias ciudades en el mundo, entre ellas Bogotá, siendo uno de sus proyectos de mayor importancia al cubrir ochos disciplinas, entre ellas: planeamiento urbano, sustentabilidad, integridad municipal y patrimonio cultural. Asesoría de gran talla Según Pedro Orlando Molano, director del Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD), “en Colombia nadie sabía de diseño de parques para niños, entonces decidimos contratar a los mejores en el tema, que nos ayudara con esta trascendental tarea. Así que elegimos a la Fundación Bloomberg, que nos dio los parámetros fundamentales para lograr los excelentes resultados alcanzados: 1.447 intervenidos (mejorados y construidos), de los cuales se iluminaron 1.436, con 45.040 luminarias sostenibles instaladas. También se plantaron 11.427 árboles, se construyeron 165 canchas sintéticas y se trabajaron más de 400 parques vecinales y de bolsillo. A lo anterior también se suma que la Administración de Enrique Peñalosa entrega 18 piscinas administradas (8.544 millones de pesos), 10 nuevas pistas de patinaje, 11 skateparks (que se hicieron con arquitectos expertos de Estados Unidos, con modelos de escenarios canadienses) y siete Centros Felicidad (se entregan tres y cuatro más quedan en obra). A esto se adiciona que se aumentó la Ciclovía de 110 a 130 kilómetros y se amplió de 21 a 27 puntos las recreovías; al igual que se realizaron más de 3.000 caminatas ecológicas.
Con todo esto, George Fertitta, director ejecutivo de Bloomberg Associates sostuvo que “hace unos años, Bogotá no era considerada un lugar turístico importante; pero eso es algo que ya ha empezado a cambiar. Lo cierto es que ahora hay más gente interesada en venir a conocerla, gracias a su propuesta de infraestructura pública o de espacio para todos, que la hace diferente y única; y esto se traduce en más empleo y crecimiento. Estos cambios llevan a que la capital atraiga y reciba a las organizaciones globales”. Buenas prácticas Actualmente, Bogotá y Medellín son referentes mundiales en el sistema de parques, lo dicen muchos, incluyendo Luis Romanh, presidente de la Asociación Nacional de Parques de México, quien en el reciente Foro realizado por Semana: “La ciudad y los espacios públicos, integración y bienestar”, y que tuvo lugar en la Cámara de Comercio de Bogotá, en Chapinero, dejó claro que hoy la capital de Colombia es un ejemplo latinoamericano de cómo se pueden hacer parques con un diseño de última generación y con equipamiento de la mayor calidad. “Estos dos factores son esenciales para alargar la vida del espacio público, y el alcalde Peñalosa lo tenía muy claro. Pero también es admirable que un Gobierno le invierta semejantes recursos a estos escenarios, de una forma tan generosa y apasionada; eso no sucede en ninguna otra urbe latina, en donde hay una completa indiferencia por el espacio público”. A esto se suma la admiración de otro de los invitados internacionales al encuentro, Pedro Paes Lira, socio fundador de Natureza Urbana de Brasil quien hizo énfasis en el interés de la Alcaldía de Bogotá por sacar adelante este ambicioso proyecto en tan corto tiempo y con la calidad que ahora ostenta, “lo que –con seguridad- muy pronto va a redundar en una mayor seguridad, mejor salud y excelentes oportunidades para los ciudadanos, especialmente los que estaban privados de estos espacios y con tan buenos servicios”.
Para Pedro Orlando Molano, estas obras ejecutadas en tan corto tiempo y con excelencia, solo demuestra que con una óptima gerencia se pueden lograr grandes desafíos. “Y eso se ve en Bogotá, que cambió la red o el sistema de parques, en menos de cuatro años. Hoy nos sentimos satisfechos porque la calidad de los parques es un tema de orgullo y motivo de admiración por parte de la escena mundial; todos son de talla internacional, que generan un beneficio a largo plazo, por el ahorro de mantenimiento, pero también por la manera en que se manejan los diferentes módulos, respetando sus servicios: parques de bolsillo, vecinales, regionales, zonales, metropolitanos y escenarios deportivos”. De acuerdo con el Director del IDRD, lo que se busca ahora es generar recursos por aprovechamiento económico de los parques, a través de programas, conciertos y eventos; pero también seguir haciendo alianzas con los privados, que garanticen buenos escenarios para la comunidad. “Esto es algo que ya empezamos a gestionar, con la dirección del Alcalde; el mejor ejemplo es el Movistar Arena, que decidió invertir en un parque para la ciudad”, adiciona Molano. ¿Qué debe tener un parque? “Muy diferente a lo que la mayor parte de la gente piensa, un parque no es donde hay muchos árboles, sino donde se congrega mucha gente de todas las edades, por una sencilla razón: ofrecen servicios o disfrute para todos. Lo cierto es que estos escenarios deben tener columpios o un buen equipamiento; sillas para que la gente se siente a leer el periódico o hablar con los amigos y canchas y gimnasios para que los jóvenes hagan deporte, entre otras cosas”, subraya Enrique Peñalosa, Alcalde de Bogotá. Adicionalmente, para Luis Romanh “los espacios públicos deben cumplir con algunos puntos destacados: deben generar el 25% de la plusvalía a las viviendas aledañas; así como sucede en el Central Park de Nueva York. De igual manera deben invitar a la gente a hacer ejercicio, lo que ayuda a la salud; cumplir con los parámetros de biodiversidad; deben ser atractivos turísticos y hasta generar hospedaje. Un ejemplo claro lo propone la ciudad de San Diego, en Estados Unidos, que anualmente se ahorra o gana 1.600 millones de dólares por sus sistema de parques, que ofrecen todo”. Pero también deben tener actividades programáticas, “porque es lo mismo que un salón de clases, en el que se tiene la mejor infraestructura y mobiliario, pero si no hay profesor que imparta el aprendizaje, todo está perdido. En los parques se necesita hacer actividades y programas, ojalá impartidos por gente experta. Para no ir tan lejos, una jornada de aeróbicos con un buen instructor, que esté unos días específicos y con un horario estipulado, funciona”, agrega Romanh. Finalmente, Pedro Paes Lira dice que algunos parques, los de mayor dimensión y que sirven a una comunidad numerosa, deben estar asociados a entidades anclas, que inviertan en ellos y ayuden a mantenerlos; además de ser ‘anzuelos’ importantes, para que la gente los use. “Es el caso de Movistar Arena, que se convierte en una excelente alianza. De igual manera, los que tengan mayor potencial turístico, es bueno asociarlos con museos o teatros, por citar solo algunas estrategias”. En conclusión, Bogotá la tiene clara y ahora es un paso a seguir para muchos gobiernos latinos. “Esta ciudad nos demuestra que con pasión y profesionalismo se pueden hacer cosas apoteósicas, en un tiempo corto. Pero también alienta a otras ciudades a destinar presupuestos robustos al espacio público, que genera: salud, diversión, seguridad, economía, bienestar, interacción social y turismo, entre otras cosas”, concluye el Presidente de la Asociación Nacional de Parques de México.