La noche del lunes, en la localidad de Bosa, se presentó un extraño episodio que dejó la duda sobre si la líder social Amparo Toloza había sido víctima de un atentado o un intento de atraco. La camioneta en la que se movilizaba con un funcionario de la Unidad de Protección (UNP) fue acorralada por sujetos que transitaban en un carro rojo. El vehículo de Tolosa fue impactado por varios proyectiles, que al parecer era de un arma de fogueo.
Tras el violento episodio, dijo la Policía de Bogotá que en el barrio Brasilia, de la localidad de Bosa, unos sujetos que se movilizaban en un carro rojo interceptaron la camioneta, la cual pretendían hurtar, y por eso intimidaron con un arma traumática. “Cómo es blindado, le hacen unos disparos, pero el hombre de protección realizó una maniobra de acuerdo a su entrenamiento, a lo cual, ellos (delincuentes) deciden emprender la huida dejando el vehículo tirado”, dijo el coronel Álvaro Correa, oficial de inspección de la Policía de Bogotá.
Agregó que dentro del carro color rojo se encontró un revólver de fogueo, elementos que fueron dejados a disposición de autoridades competentes y con los cuales se busca, a través de huellas dactilares, ubicar a los responsables del que consideró la Policía un intento de hurto.
“De acuerdo a lo que manifiesta el hombre de protección pretendían hurtarlos y no era ningún atentado contra la vida de la lideresa, nuestro personal de vigilancia comunitaria por cuadrantes acudió de manera inmediata para apoyar este procedimiento y estamos en la búsqueda e identificación plena de estos delincuentes”, añadió el oficial.
En videos que circularon en las redes sociales se puede observar los impactos de las balas en la camioneta blindada de Toloza, y la manera en que su conductor, el funcionario de la Unidad Nacional de Protección impactó el Clío color rojo en el que se movilizaban los presuntos delincuentes.
Amparo Toloza es una mujer que se ha dedicado a tratar de hacer visible la situación difícil que atraviesan los líderes sociales en las regiones, las amenazas que reciben por enfrentarse a poderosos y bandas criminales.
Sin embargo, su fuerte ha sido el trabajo en la protección del medioambiente y uno de sus proyectos es Asomupco, una asociación de mujeres víctimas del conflicto armado que trabaja en el sur de Bolívar y que cuenta con la alianza del programa Somos Defensores y con Redepaz.
Asomupco está conformada por 25 mujeres que defienden los intereses de aquellos campesinos que perdieron sus tierras en Bolívar, hace 18 años, por culpa de la violencia. Pero lo asombroso es que estas mujeres tienen que hacer sus actividades por fuera del territorio por temor a ser asesinadas.
“En 2011 fui elegida por voto popular al concejo municipal y en julio de ese año tuve un desplazamiento forzado (...). Asesinaron al esposo de mi hija en presencia de mis padres y al día siguiente asesinaron a la persona que me conducía”, dijo a SEMANA Amparo en el pasado.
Como lo han comprobado los líderes sociales en el país en reiteradas ocasiones, el problema, dice ella, es el de los grandes terratenientes que se han quedado usando métodos violentos con las tierras de los campesinos.
“Más que hablar de los grupos ilegales es mirar los grandes terratenientes que están en el territorio. Los empresarios, los que se han robado las tierras de los campesinos. Los que hoy en el sur de Bolívar aparecen con grandes proyectos de Palma, de criaderos de búfalos”, dice.