El pasado viernes, el alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa, como ya lo había hecho en la campaña política del año pasado, volvió a declararse antitaurino. Anunció que, pese a su voluntad, acataría el fallo de la Corte Constitucional que hace 18 meses ordenó a la administración distrital disponer el regreso de las corridas de toros a la Plaza de Toros de Santamaría. Pero a la vez, dijo que impulsaría un proyecto de ley en el Congreso para prohibir lo que denominó “el maltrato animal en Bogotá”. Como quien dice, le cumplió a los taurinos, pero a la vez quedó bien con antitaurinos.“En muchas ocasiones he dicho que no me gustan las corridas de toros. En las que se maltrata a estos animales. Pero más importante que mi gusto es que la inmensa mayoría de ciudadanos en Bogotá no quiere corridas de toros. Y la plaza de toros, que pertenece a todos los ciudadanos de Bogotá, no debería ser usada para estos propósitos”, dijo Peñalosa el pasado viernes, cuando volvió a abrir el debate sobre la prohibición de las corridas, una de las principales banderas de su antecesor y contradictor Gustavo Petro.La postura que Peñalosa tiene ahora sobre las corridas de toros difiere de la que tenía hace 16 años, precisamente en la que fue su primera administración en la alcaldía en Bogotá.En el año 1999, un escándalo de corrupción en Corsantamaría, la empresa que en ese entonces administraba la plaza de toros de la capital, amenazó con el cierre del escenario, o por lo menos quedarse sin temporada taurina.Ante la situación, el empresario Felipe Negret Mosquera y su empresa Corporación Taurina de Bogotá participaron de una licitación exprés y consiguieron organizar la temporada taurina del año 2000 cuando parecía que la plaza permanecería cerrada. Por esa razón, Enrique Peñalosa decidió condecorar al empresario.El 22 de diciembre del 2000, el entonces alcalde Mayor de Bogotá Enrique Peñalosa Londoño expidió el Decreto 1091, mediante el cual le otorgó a la Corporación Taurina de Bogotá, gerenciada por Negret, la orden civil al mérito Ciudad de Bogotá en el grado ‘Gran Oficial’.En la exposición de motivos del decreto se justificaba la condecoración en la labor adelantada por la Corporación al mantener la tradición de la Plaza de Toros de Santamaría, la promoción de matadores y novilleros colombianos, así como la generación de empleo, la promoción de la ciudad, y resaltó que la “temporada Taurina Hernando Santos del 2000” supuso valiosos recursos para la construcción y el mantenimiento de parques en los sectores más necesitados de la ciudad. Aquel año la administración de Peñalosa recibió $706.279.902 producto de las corridas de toros.La imagen es de enero del año 2000, cuando el alcalde Peñalosa entregó la plaza al empresario de Bogotá. Allí, en un burladero, se reconocen entre otras personalidades Fernando González Pachecho y su primo, el periodista Guillermo ‘la Chiva‘ Cortés. El alcalde está entre Negret y Enrique Vargas Lleras, hermano de Germán Vargas Lleras, líder de Cambio Radical, partido que respalda la administración de Peñalosa. En aquel momento el alcalde no le hacía el quite al toreo.