El pasado mes de febrero los habitantes de Ciudad Bolívar vivieron una escena de horror, un triple crimen se presentó en la localidad, dejando como saldo dos menores de edad entre los 15 y 17 años muertos, al igual que un adulto que los acompañaba.
Para poder ubicar a los responsables del triple crimen, la Policía y la Fiscalía echaron a andar una investigación que les produjo los primeros resultados, la captura de los tres presuntos implicados. Se trata de alias Brando, alias Media Res y alias Dumar o Pecas.
La Policía que los autores, luego de cometer el homicidio, se fueron a Medellín, para ocultarse y fue el análisis perimetral y cercano al lugar de los hechos, el que permitió la recopilación de cerca de 1.280 imágenes y videos, estableciendo rostros, rutas y medios en los que se movilizaron los posibles delincuentes.
“Asimismo, a través de orden judicial, fueron controlados técnicamente cuatro criterios telefónicos; por cerca de 250 horas, permitiendo orientar el equipo interinstitucional”, indicaron desde la Policía de Bogotá.
“Ya con elementos de información tratados y con valor probatorio, se desplegó una actividad de inteligencia especializada penetrando algunas redes sociales de los delincuentes”, indicó la autoridad.
La investigación arrojó que “una vez realizaron la actividad criminal, los delincuentes viajaron a Medellín, en donde se ocultaron en un inmueble ubicado en el centro de esa ciudad”. Para lograr su captura indicaron desde la Policía que, “10 policías se desplazaron a Medellín, en donde se efectuaron controles físicos y técnicos a los objetivos durante una semana”.
“En coordinación con la Fiscalía General de la Nación, el pasado 24 de febrero, mediante orden judicial, se capturó a tres personas por los delitos de homicidio agravado, tentativa de homicidio y porte, tráfico ilegal de armas de fuego”, señaló la Policía.
En medio de las pesquisas, los hombres de inteligencia de la Policía de Bogotá determinaron que el presunto cabecilla o jefe de los capturados es un sujeto conocido como alias Cucho Marcos, y quien se encuentra en el radar de las autoridades para su respectiva captura.
El otro paso a seguir por parte de la policía judicial, es ahora determinar el motivos por el cual los menores de edad y el adulto fueron asesinados en Ciudad Bolívar.
Sin embargo, la hipótesis más fuerte que tienen los investigadores es un posible ajuste de cuentas. El homicidio ocurrió en la transversal 34 con calle 75 a sur, en el barrio Arborizadora Alta, en la localidad de Ciudad Bolívar.
La primera hipótesis de las autoridades, revestida por las evidencias documentales y testimoniales, es que esta masacre fue ejecutada por un ajuste de cuentas.
Los testigos indicaron que los dos menores de edad y Erick Maicol Medina se encontraban departiendo en la calle cuando un automóvil se les acercó y sus ocupantes, sin cruzar palabra, les dispararon en repetidas oportunidades. Otro joven, de 17 años, que se encontraba en el grupo, resultó herido y se encuentra bajo observación médica.
Las autoridades tratan de establecer si el caso estaría muy relacionado con el crimen de un joven de 17 años de edad cuyo cuerpo fue hallado desmembrado, con evidentes signos de tortura y enterrado en un lote baldío en el sector conocido como El Palo del Ahorcado. Los familiares de Brainer Stiven Asprilla habían reportado su desaparición el 24 de enero luego que saliera a realizar una diligencia personal.
La Asociación Nacional de Afrocolombianos (Afrodes) reveló que el joven había llegado a la localidad junto a sus familiares por “situaciones socioeconómicas”, advirtiendo que en la zona se han venido presentando acciones en contra de los jóvenes afro quienes se han tenido que enfrentar al reclutamiento de grupos armados ilegales y las guerras territoriales por el control del tráfico de drogas.