Esta semana, la Alcaldía decretó una cuarentena en tres localidades de Bogotá como una estrategia de control frente a los crecientes contagios de coronavirus. Sin embargo, esto despertó las alarmas de la Veeduría Distrital, sobre todo en materia de seguridad. El veedor distrital, Guillermo Rivera, señaló que después de la medida implementada en Usaquén, Suba y Engativá es importante que desde el Distrito se cree un plan de seguridad, ya que como se vio anteriormente, después de la medida se disparan los casos de inseguridad.

La Veeduría asegura que analizó el comportamiento y las dinámicas del crimen violento en la ciudad durante 2020 y fue a partir de ese análisis que recogió varias lecciones de cara a la nueva cuarentena anunciada por la Alcaldía Mayor con el fin de hacerle frente al segundo pico de pandemia por covid-19 en la capital del país.

“El año anterior cuando se terminaron las cuarentenas se incrementaron los delitos en cada una de las localidades; por esa razón, en esta ocasión queremos pedirle al secretario de Seguridad de Bogotá que se establezca una política de tal manera que, una vez terminen las cuarentenas, no se incrementen los delitos en la ciudad”, señalo el veedor distrital.

La mirada general al comportamiento de los hurtos entre el primero de enero y el 31 de octubre de 2020 muestra que luego del inicio del periodo de aislamiento social obligatorio en la ciudad, con el anuncio del simulacro vital el viernes 20 de marzo, este tipo de crimen cayó de manera drástica; aun así, los reportes fueron aumentando en la medida en que las restricciones a la movilidad se se hicieron gradualmente más laxas. Eso implica que tras las cuarentenas y los periodos de relajación de las restricciones de movilidad, deben hacerse consideraciones de seguridad que permitan los bajos niveles delictivos.

Según la Veeduría, aunque el confinamiento influye en la disminución de incidencia del robo a personas, al observar este tipo de hurto por horas comparando un mes sin confinamiento contra un mes en confinamiento, se pudo establecer el mismo patrón de riesgo temporal que cuando no hubo restricciones. Esto ratifica, según la Veeduría, que los patrones de seguridad estarían asociados a los patrones de movilidad de los ciudadanos, horarios en los que afirman que se debe poner atención en materia de seguridad.

Dentro del mismo informe destacan que hasta el 31 de octubre se habrían registrado 816 homicidios en la ciudad y el 90 % de las víctimas de homicidio durante los 10 primeros meses de 2020 fueron hombres; sin embargo, de acuerdo con cifras de la Secretaría Distrital de la Mujer, hasta el 31 de octubre se habían reportado 18 feminicidios en la ciudad, siendo las localidades de Kennedy y Bosa las de mayor número de casos registrados.

Otro de los aspectos que encontró la entidad fue en cuanto a los móviles de los asesinatos: durante los 10 primeros meses de 2020 la característica más recurrente fue el sicariato. Este delito, dice el informe, es el que menos variación ha presentado entre los meses sin cuarentena y con cuarentena, mientras que las riñas han tenido mayor incidencia en los meses sin confinamiento. Seguidos se encuentran los móviles sin establecer con un 28 % y los homicidios producto de atracos con un 7 %.

Incluso, señala la Veeduría dentro de la investigación, que la mayoría de las víctimas por homicidio son adultos jóvenes entre 20 y 39 años, y dicen que la cifra se mantiene para los meses de cuarentena con relación a los demás, a excepción del rango entre los 35 y 39 años en el cual hubo un mayor número de víctimas durante el confinamiento.

Debido a esto la Veeduría hace una serie de recomendaciones en donde destacan:

- La experiencia de la cuarentena y su influencia en las dinámicas del crimen en la ciudad, deben estar alineadas con las medidas de política pública de seguridad que se adopten durante este segundo pico de la pandemia.

- Es importante que la Administración Distrital en cabeza de la Secretaría de Seguridad y la Policía Metropolitana de Bogotá fortalezcan acciones y definan medidas urgentes que no impacten negativamente la percepción de seguridad y que impidan que se disparen los hechos violentos una vez haya finalizado la cuarentena en las tres localidades de la ciudad.

- El Distrito debe definir un plan de contingencia en materia de seguridad para las localidades que no entrarán en cuarentena estricta y otro para las localidades que después de un tiempo saldrán de cuarentena, así mismo se debe gestionar lo necesario para el registro de la georreferenciación de las denuncias y los casos, facilitando la elaboración de estrategias con las que se puedan dar una disminución de la delincuencia en las localidades más afectadas de la ciudad.