*Este es un contenido periodístico de la Alianza Grupo Río Bogotá: un proyecto social y ambiental de la Fundación Coca-Cola, el Banco de Bogotá del Grupo Aval, el consorcio PTAR Salitre y la Fundación SEMANA para posicionar en la agenda nacional la importancia y potencial de la cuenca del río Bogotá y sensibilizar a los ciudadanos en torno a la recuperación y cuidado del río más importante de la sabana. La voz tiene el poder de hacer temblar, de transformar, de construir. Luz Amparo Díaz Morales lo sabe y, por esta razón, ha intentado que la suya se extienda a los habitantes de Cachipay, en Cundinamarca, y los municipios aledaños. De la mano de la fundación Étika Verde, una oenegé que promueve la conservación a través de prácticas amigables como la agroecología, Díaz creó un programa de radio dedicado a temas medioambientales.
“Con Étika Verde hemos creado un programa de radio que se llama ‘Cachipay, un jardín en acción’. Este programa lleva ya seis años y se emite todos los viernes cada 15 días, con una duración de una hora”, cuenta Díaz.
Díaz ha defendido también la protección de los ecosistemas y ha abogado por la reforestación. Laguna Verde, en Zipacón. Foto: Mariana Estrada. Este espacio empezó como una propuesta de la Alcaldía del municipio con el fin de explicar a la mayor audiencia posible la correcta disposición de los residuos sólidos, en unas cuatro emisiones. Esto, debido a que todavía siguen llegando una gran cantidad de desechos a los cuerpos de agua. Problemática que agobió en ese entonces a la administración y a las entidades ambientales. Sin embargo, el programa tuvo tanto éxito que surgió la oportunidad de continuar y Díaz aceptó entusiasmada. Le recomendamos: MacGyver: el boyacense que trabaja sin descanso por el río Bogotá en Cachipay “A mí la radio siempre me ha parecido un medio de difusión muy interesante, que ha persistido a pesar del desarrollo de otras tecnologías. La radio sigue siendo escuchada”, dice.
Este espacio empezó como una propuesta de la Alcaldía del municipio con el fin de explicar a la mayor audiencia posible la correcta disposición de los residuos sólidos, en unas cuatro emisiones. Foto: Nicolás Acevedo. Precisamente, estos afluentes han hecho un recorrido por este programa, ya que Díaz ha abierto espacios para dialogar sobre las fuentes de agua y su importancia para la vida. El Bogotá, por ejemplo, es uno de los ríos de los que ha hablado y por el cual siente un gran afecto. “Debemos ir tomando conciencia de que es un ser vivo y que es nuestro, que estamos conectados. Es que estamos en una gran conexión, con el Magdalena y con el mar, es que es una sola vuelta. Entonces si tomamos esa conciencia y sentimos de corazón que estamos unidos, entenderemos que al río hay que tratarlo con cariño”, asegura. Ese cariño del que hace mención Díaz se manifiesta, además, en la veeduría a las acciones en su favor y en los gestos encaminados a su revitalización, pues este afluente tiene el 97 por ciento de sus aguas contaminadas.
Díaz es una fiel creyente de que es posible recuperar el río Bogotá. Foto: PDD. “Yo sí creo que es posible descontaminarlo. Y se están haciendo cosas, pues la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) lleva un trabajo en distintas partes de la cuenca. Nosotros tenemos, por ejemplo, un proyecto para recuperar las franjas del ecosistema de bosque de niebla donde hubo deforestación”, afirma. Le sugerimos: Así será el libro para ponerle color a las aves bogotanas Lo que ha hecho, de la mano de más manos amigas es reforestar: sembrar nogales, cedros, robles, guayacanes, cámbulos, y gualandayes. “Para mantener el ecosistema del bosque de niebla se necesita recuperar esas franjas que están fracturadas, donde hubo deforestación. Entonces en la medida en que seamos más las personas que compren para reforestar esas franjas y cuidar, más se contribuirá a esta labor tan importante”, dice. Estos bosques, descritos por el Instituto Humboldt como espacios boscosos en los que el aire se condensa para producir una nubosidad que se mantiene gran parte del tiempo, son tesoros para Luz Amparo Díaz.
La diversidad de su entorno es la que la ha hecho soñar con la posibilidad de recuperar los espacios que han sido afectados por el hombre. Foto: Nicolás Acevedo. “La riqueza que ofrece el bosque de niebla es enorme. Están las heliconias, todo un universo de orquídeas, de bromelias, que crecen en un ambiente así, húmedo. Y entre las especies animales pueden encontrarse pájaros, roedores, guatines, perezosos, zorrillos y muchos más”, describe. Puede ver: Así es el nacimiento del río Bogotá en el páramo de Guacheneque Esta diversidad es la que la ha hecho soñar con la posibilidad de recuperar los espacios que han sido afectados por el hombre. “Hay una gran diversidad biológica y por eso también es importante hacer los corredores, porque si ellos están moviéndose en su entorno y encuentran fracturas, pues no pueden seguir. Queremos que estas especies tengan un gran lugar para vivir”, concluye.