El precio del cafe colombiano cayó por debajo de un dólar por libra, hecho que no ocurría desde hace seis años. SEMANA habló de este y otros temas con el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros.Semana: La Federación Nacional de Cafeteros ha perdido protagonismo. ¿A qué se debe esta baja de perfil?Jorge Cárdenas: Hoy por hoy el papel de la gerencia de la Federación sigue siendo importante en muchos aspectos pero ya no es tan protagónico ni tan definitivo como era en el pasado. A pesar de que el café sigue siendo un producto importante en la vida nacional ya no es tan determinante como hace unos años, cuando todas las políticas macroeconómicas giraban alrededor del sector caficultor. Para entonces el café era definitivo dentro del comportamiento general del ingreso. Hoy no es así.Semana: ¿Qué cambios piensan hacer a nivel de Federación?J.C.: En este momento estamos sumergidos en una reflexión muy profunda acerca de cuál es nuestro papel en el mundo del café. Vamos a recoger la institución, revisar todas sus políticas y ajustarnos a la nueva realidad presupuestal. Lo anterior va a demandar que tanto los cuadros directivos, los programas por realizar, la presencia externa de Café de Colombia, la lucha por penetrar ciertos mercados, el impulso a ciertas alianzas con grupos de tostadores y comercializadores tengan que llevarse a cabo en condiciones mucho más limitadas o, mejor, menos agresivas.Semana: Y en el corto plazo, ¿algún cambio en particular?J.C.: En lo que resta de este año hay necesidad de hacer un ajuste para que el déficit presupuestal de la Federación no se dispare muy por encima de los 250.000 millones de pesos, que se estima serán las pérdidas acumuladas para fin de año. En segundo lugar, toda la proyección del año entrante sí estará vinculada a un ajuste definitivo que no sólo ya arrancó sino que se va a ir acentuando a medida que se acerque el fin de año.Semana: Es claro que hay una sobreoferta mundial de café que no parece dar tregua, lo cual ha resultado en un desplome de los precios del grano. ¿Qué plan de contingencia tiene la Federación para enfrentar esta situación?J.C.: En cuanto a la realidad futura de la industria de café en materia de producción, Colombia está trabajando en ordenar su caficultura bajo unas metas que sean coincidentes con el espacio que el país tiene en el mercado mundial. Por otro lado, se está trabajando para mejorar la eficiencia y la productividad en los cultivos.El ajuste de las tareas de la Federación está vinculado a estos esfuerzos. Este debe buscar que el ingreso de las exportaciones vaya de manera prioritaria _y preferencial_ a defender el ingreso del productor, no el de los intermediarios, razón por la cual ya no queda un margen que ayude a mantener la infraestructura de estos últimos.Semana:Usted dice que el papel de los intermediarios se está acabando. ¿Cómo puede entonces sobrevivir la Federación?J.C.:La Federación, por fortuna, logró hacer a través del Fondo Nacional del Café un patrimonio importante en los años anteriores, con lo cual puede desempeñar por un tiempo ese papel de apoyo a la caficultura.Semana:¿Cómo puede ser el Fondo Nacional del Café un soporte si arroja para este año pérdidas superiores a los 230.000 millones de pesos?J.C.:Este es un mal año para el Fondo pero no hay que olvidar que ha tenido épocas también buenas, como hace dos años cuando la coyuntura del fenómeno de 'El Niño' fue favorable a las finanzas. Si bien el patrimonio del Fondo Nacional del Café _ que actualmente es de 2,1 billones de pesos_ puede verse reducido a niveles de 1,8 billones a finales del año, el endeudamiento del Fondo se encuentra apenas entre 5 y 7 por ciento del mismo, lo cual le favorece notablemente.Semana: ¿Qué explica las grandes pérdidas del Fondo?J.C.: Las pérdidas de este año se deben a dos factores: en primer lugar a la operación normal del café _la sustentación de precios_, que ha generado un gran déficit no obstante la mejora sustancial de la tasa de cambio; en segundo término, a las pérdidas que arrojan las inversiones que tiene el Fondo y que representan una tercera parte del patrimonio, como Bancafé y algunas empresas de transporte.Semana: ¿Qué va a pasar con estas inversiones?J.C.: Al Fondo le ha quedado difícil hacer una adecuada capitalización de las empresas. En el caso de Bancafé, que es la parte crítica y que significa una pérdida importante en el balance de este año, estamos haciendo negociaciones con Fogafin para unir esfuerzos y sacar adelante la institución. En el caso de Aces todavía estamos buscando un socio extranjero, pues con Continental no se pudo llegar a un acuerdo en el precio.Semana: ¿Usted se queda en la Federación?J.C.: Hay que esperar a ver. Toca acomodar todo a sus tiempos. Es mejor decirlo en el momento que toque porque no se puede decir que sí y después no hacerlo.