El senador valluno Roy Barreras, expresidente del Congreso y una de las fichas claves del partido de La U, no la tuvo nada fácil la semana que concluyó.Por un lado debió salir públicamente a desmarcarse de sus nexos políticos con los trabajadores administrativos del Congreso salpicados por el escándalo de los 614 millones de pesos incautados en un vehículo oficial, que además era conducido por el hijo de una de las empleadas de esa entidad.Simultáneamente tuvo que rendir nuevas explicaciones por otro escándalo que ya lo había incomodado y que se creía superado: el presunto robo en el 2012 de 1.200 millones de pesos guardados en una caja fuerte dentro de un apartamento de su propiedad en Cali (Ver nota)En su momento la noticia no corrió por cuenta del robo mismo, sino de por qué el senador presuntamente tenía semejante suma en efectivo, cuál era el origen de tanto dinero y si en verdad le hurtaron toda esa cantidad, por qué no lo denunció.El escándalo se desvaneció rápidamente porque Barreras dijo hasta la saciedad que el robo de ese dinero era mentira y que si bien sucedió un asalto en el apartamento de su propiedad, en el momento de los hechos ya no vivía en él, lo ocupaban su conductor y la esposa.Pero el pasado 8 de marzo esa historia dio un giro cuando en medio de una audiencia de legalización de captura de una banda conocida como Los Intocables, conformada, entre otros, por 13 policías activos, se reveló que una de las acciones criminales en las que participaron los uniformados fue precisamente el famoso robo de 1.200 millones que estarían guardados en una caja fuerte del apartamento del senador Roy Barreras.El dato tiene tres revelaciones que sirven para entender el contexto de este escándalo: primero, que la declaración que se refiere al robo fue hecha por uno de los jefes de la banda, capturado a comienzos del 2015. En ella el delincuente John Mario Hortúa, alias ‘Pinocho’ reconoce sus delitos a cambio de rebaja de penas.Segundo, en la misma declaración se infiere que el objeto de la confesión de ‘Pinocho’ es delatar la complicidad del patrullero de la policía Óscar Hernán Pinilla, quien para la época de los hechos era uno de los investigadores de la unidad contra atracos de la Sijín en Cali.Tercero, como la declaración con la revelación que salpica al senador Barreras se hizo desde el año pasado y sólo ahora se conoce, se cae la tesis en el sentido que todo es un perverso plan o retaliación para desprestigiar al político.De ahí la importancia del video de la mencionada audiencia, al cual tuvo acceso este portal. Aunque el video original tiene una duración de tres horas y ocho minutos, fue editado por razones técnicas para mayor facilidad y comprensión.En las imágenes se observa y se oye al fiscal especializado de Cali Iván Aguirre, quien tiene la palabra. A partir del minuto 25 y hasta el 28 de la mencionada audiencia, el fiscal inicia su relato con el objeto de demostrarle al juez la peligrosidad de los policías capturados en la operación de marzo pasado, y en especial la del patrullero Pinilla.Y para corroborar sus argumentos, el fiscal relata la declaración que el delincuente alias ‘Pinocho’ concedió durante una entrevista judicial en la que detalla tres grandes robos. Uno de ellos, dice el fiscal, “ocurrió el 26 de junio del 2012 en la Calle 64 Norte No 5B Norte 41 apartamento 1203 Torre uno, unidad residencial de La Flora. Se tenía información de que en dicho inmueble existía una caja fuerte y que ese inmueble pertenecía a una persona muy conocida en el Valle porque era un senador, Roy Barreras. Que ese inmueble lo cuidaba una señora y que esa caja fuerte del inmueble contenía aproximadamente 1.200 millones de pesos”.Cuenta además detalles inéditos del robo: que sucedió al mediodía y que para ingresar al edificio los asaltantes llevaban chaquetas y gorras de la Sijín para simular un allanamiento. Que la caja fuerte con el dinero se la llevaron en una camioneta oscura de gama alta y que durante la huida fue asesinado un policía de otro cuadrante que acudió al llamado de auxilio de uno de los vecinos.Si bien ese material audiovisual no prueba que el senador Roy Barreras cometió algún delito, no hay duda de que el fantasma de los supuestos 1.200 millones de pesos que robaron de un apartamento de su propiedad lo seguirá rondando y que ese escándalo está más vivo que nunca.