El mercado de capital privado es ya una fuente establecida de recursos de capital para las empresas latinoamericanas. La industria resistió de manera adecuada la crisis financiera global del 2008 y los volúmenes de inversión se han mantenido por encima de US$5.000 millones desde 2006 a excepción del año inmediatamente posterior a la crisis. Este año han surgido varias tendencias en las características de la industria en la región. Destaco cinco. 

1. El ascenso de la tecnología. En la primera mitad de 2019, las inversiones en empresas tecnológicas ascendieron a US$3.000 millones, más de las tres cuartas partes del total de los US$5.000 millones invertidos. En el mismo periodo del año pasado este porcentaje era solo de 25%. De cierta manera, el capital privado es el socio ideal de las empresas tecnológicas que requieren constantemente de capital para su crecimiento y al mismo tiempo tienen cerradas las fuentes tradicionales de financiamiento, como los préstamos de la banca comercial. 2. La aparición de Softbank. La principal razón del aumento mencionado en el párrafo anterior es el comienzo de operaciones de Softbank en la región. Softbank ha invertido US$1.800 millones en la primera mitad de este año, lo que equivale a más de la tercera parte del total invertido en América Latina. Mil millones de lo invertido por Softbank fue el monto comprometido en Rappi. En este monto no se incluyen las inversiones que Softbank ha hecho en varios fondos enfocados en tecnología. Nunca en América Latina había tenido un solo jugador individual de tanto impacto en la industria de capital privado. La velocidad frenética de este tren de inversiones es también inédita. 3. La permanente importancia de Brasil. Brasil sigue siendo de lejos el país más relevante para el capital privado en la región y su importancia excede la que se podría extrapolar de su relevancia económica como porcentaje del PIB del subcontinente. Hoy por hoy, Brasil ha atraído más de 50% de las inversiones y constituye 70% de las salidas en América Latina. Además de su tamaño continental, Brasil tiene el mercado de capitales más receptivo a nuevas empresas y la clase empresarial más innovadora de la región, factores claves para el desarrollo de la industria de capital privado.  4. La debilidad en el levantamiento de nuevos fondos. Este año hasta junio se levantaron poco menos de US$1.500 millones, lejos de los US$5.000 millones conseguidos en 2018 y a años luz de los más de US$10.000 millones de los años pico de 2011 y 2014. Los mediocres retornos de los fondos que invierten en América Latina en comparación con sus pares en Estados Unidos, Europa y Asia son el factor más importante de este desinterés de inversores. Adicionalmente, los cambios regulatorios y de estrategia de los fondos pensionales de países como Chile, Colombia y México han llevado a que hasta las fuentes domesticas de capital para fondos regionales hayan caído considerablemente.  5. La menor relevancia frente a otras regiones del mundo. La combinación de los bajos resultados de los fondos de capital privado y el lento crecimiento económico ha llevado a que la industria haya reducido su importancia frente a otras economías del planeta. En el 2018 el capital privado invertido en la región fue menos del 1% del capital invertido en el mundo y 9% del total en mercados emergentes. Asia por otro lado constituyó el 86% de lo que se invirtió en mercados emergentes. En la primera mitad de este año estos porcentajes mejoraron para América Latina hasta datos no vistos desde el 2013. Sin embargo, es prematuro sostener que esta tendencia es duradera dada la excesiva importancia de un solo inversor y de pocas inversiones en un sector como el tecnológico que puede estar en un techo cíclico en sus valoraciones. Es también posible que las bajas cifras en consecución de nuevos fondos y en inversiones sean argumento para la oportunidad que existe en la actualidad para el capital privado en la región. 

P.S. Mount, Abraham y Tomori, tres titulares en Chelsea que estuvieron de préstamo en otros equipos la temporada pasada. El negocio de préstamos de jugadores ha alcanzado una gran relevancia en el fútbol actual. Chelsea tiene 28 jugadores de su propiedad cedidos a otros equipos, segundo equipo inglés después de Manchester City que posee 36.