SOLIDARIDAD SIN ODIOSMuy interesante la reflexión y el aporte que hizo la revista a la tragedia de Mocoa en su portada ‘Colombia solidaria’ (edición n.°1823). Es increíble que tenga que ocurrir un hecho como estos, que va a marcar la historia del país, para que los colombianos de todas las clases, regiones y razas nos unamos a ayudar a quienes lo perdieron todo. Es hora de que todos dejemos de una vez esta polarización que tanto daño le ha hecho al país y nos concentremos en sacar a nuestras familias, comunidades y al país adelante. Hay mucho que hacer, como para gastar más tiempo en odios políticos que en nada han beneficiado a los ciudadanos, salvo a quienes los promueven. Lourdes Arango Medellín DEL EMBAJADOR DE CUBA El artículo ‘La odisea de los médicos cubanos en Bogotá’, SEMANA n.º 1823, merece que se le ofrezca al lector antecedentes para poner la historia en contexto y llegar a conclusiones con más elementos de juicio. Desde el propio triunfo revolucionario en 1959, han sido muchos los obstáculos que nuestro país ha tenido que sortear y los intentos por impedir o desestabilizar la concreción de un sistema sanitario que, a pesar de las limitaciones económicas, arreciadas por el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos desde hace más de medio siglo, se enorgullece de ser universal, gratuito y accesible a toda la población. Hoy, estudiar medicina y convertirse en especialista de alto nivel es totalmente gratis para cualquier cubano. El espíritu solidario de compartir lo que tenemos, así sea poco, y no dar lo que nos sobra, principio que ha caracterizado a la Revolución cubana desde sus comienzos, ha llevado a nuestros profesionales a prestar sus servicios en múltiples lugares en el mundo, incluyendo Venezuela. Cuba no olvida ni olvidará su vocación internacionalista. Continuará dando ayuda desinteresada y gratuita a las naciones que lo requieran, como lo hace en Haití y Perú, o como lo hiciera en la lucha contra el ébola en África. A pesar de ello, han sobrado las campañas difamatorias para desacreditar la labor de nuestros galenos. El notable prestigio de nuestra salud pública en el contexto internacional ha suscitado el interés de clínicas por contratar profesionales cubanos para el ejercicio privado de la medicina. Uno de los principales artífices del robo de talentos ha sido el gobierno de los Estados Unidos, que desde los primeros años del triunfo de la Revolución nos obligó a adoptar controles y regulaciones migratorias para contrarrestar esta situación, mediante sorteos, emigración selectiva y la Ley de Ajuste Cubano. Sin embargo, el 12 de enero de 2017, la República de Cuba y los Estados Unidos de América firmaron una Declaración Conjunta, comprometidos en la prevención de la migración irregular, en impedir las salidas riesgosas de la República de Cuba que ponen en peligro la vida humana y en luchar contra los actos de violencia relacionados con la migración irregular, como la trata y el tráfico de personas. A partir de esta fecha, los Estados Unidos pusieron fin a la llamada política ‘pies mojados, pies secos’, que constituía una flagrante violación de la letra y el espíritu de los acuerdos migratorios alcanzados entre Cuba y los Estados Unidos en 1994 y 1995. Asimismo, representaba un estímulo a la emigración irregular, al tráfico de emigrantes y a las entradas irregulares a los Estados Unidos, desde terceros países, de ciudadanos cubanos que viajan legalmente al exterior, y al admitirlos automáticamente en su territorio, les confería un trato preferencial y único que no reciben ciudadanos de otros países, por lo que también era una incitación a las salidas ilegales. Cuba reitera que los profesionales de la salud que bajo los términos de la actualización de la política migratoria han salido del país, ya sea por un interés económico, familiar o de índole profesional, incluyendo aquellos víctimas de las engañosas prácticas del vulgar robo de cerebros, tienen la oportunidad, si así lo desean, de reincorporarse a nuestro Sistema Nacional de Salud, a los que garantizará su ubicación laboral en similares condiciones a las que tenían. José Luis Ponce, embajador de la República de Cuba Bogotá LIBROS EN PAPEL PARA RATO Soy amante de la lectura y, aunque no estoy alejado de los medios digitales, pienso que leer en una pantalla no tiene el mismo encanto que hacerlo sobre papel. Por eso resalto el artículo ‘El revolcón que no llegó’ publicado en la edición n.°1823 de SEMANA en la sección Cultura, donde queda demostrado que pese a que muchos les auguran pocos años de vida a los medios impresos, estos todavía siguen a la vanguardia. Muy interesante, además, la tesis que plantea el texto sobre cómo lo más probable es que ambos formatos aprendan a coexistir y no que uno vaya a desbancar al otro. Cada formato tiene su público y entre gustos no hay disgustos. José Antonio González Bogotá LECCIÓN DOLOROSA Es increíble que en este país tengamos que aprender con el dolor de la guerra y las tragedias. Pero, al menos, lo estamos haciendo. Por lo menos eso es lo que queda en evidencia al leer el artículo ‘Mocoa, lección aprendida’ (edición n.° 1823) que muestra muy bien cómo el gobierno, la Fuerza Área, la Defensa Civil y demás entidades y organismos respondieron de forma eficiente para enfrentar las primeras horas de la tragedia de Mocoa. Es evidente que de Armero al terremoto del Eje Cafetero y a lo registrado la semana pasada hay lecciones que se aprendieron. Ahora, falta lo más importante y será costoso y demorado: empezar a reubicar a las cientos de miles de familias pobres que viven en zonas de riesgo para evitar que estas tragedias se repitan. Pedro Muñoz Armenia DUDAS POR LA JEP ¿Por qué será que al expresidente Uribe le preocupa tanto que algunos de sus muchachos, como Diego Palacio o Alberto Velásquez, terminen hablando en la JEP? Es obvio que ni a él ni a buena parte del uribismo ni de la clase política les conviene que en esa polémica instancia de la Justicia lleguen muchos de los que hoy están condenados por diferentes delitos, especialmente relacionados con el conflicto y el poder, porque finalmente se va a saber la verdad de muchas de las cosas que ocurrieron en este país en los últimos 15 o 20 años. Así allá lleguen algunos de los victimarios de delitos tan atroces como los falsos positivos, que los dejen hablar, para que las víctimas y el país conozcan de primera mano lo que hicieron. Rodrigo Uribe Bogotá VISA PARA UN SUEÑO En este país en el que hay tantos problemas con la salud, especialmente en las zonas más pobres y apartadas, sería bueno que les permitan trabajar a los numerosos médicos cubanos que se quedaron varados en Colombia en su travesía para llegar a Estados Unidos (SEMANA n.°1823). Si ya se encuentran, están formados y quieren trabajar donde sea, pues que el gobierno les dé la posibilidad, pues ese tipo de inmigrantes son los que un país desarrollado busca y necesita. Erika Marín Bogotá ES EL DOCTOR GALÁN N. de la R. En el artículo ‘La cirugía de cola’, sección Vida Moderna, publicado en la edición n.°1823, aparece citado el presidente de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva (SCCP) como Ricardo Ávila. Queremos rectificar, pues en realidad su nombre es Ricardo Galán. SEMANA les ofrece disculpas al doctor Galán y a la SCCP, quienes colaboraron amablemente con valiosa información para el texto. CARTAS