La foto del momentoCada día entiendo menos. Las tantas encuestas que proliferan en los medios de comunicación sobre la campaña por la Presidencia –como la portada de la edición n.° 1873– son apenas comparables en su cantidad con el número de artículos y análisis que se publican sobre las encuestas y el riesgo de que sean usadas como instrumento de manipulación del electorado. Cada artículo que presenta una nueva encuesta trae la desgastada frase “es solo la foto de un momento”, para luego señalar que todo es susceptible de cambiar,  y no entiende uno si con ello se están excusando, por adelantado, por los datos contradictorios de una próxima encuesta, o si es que en realidad en las salas de redacción se tiene claro que estas callan o gritan según se requiera. ¿No es momento de aproximarnos de otra forma al análisis de la política?Mario Samuel BoadaCali¿Qué se juega en estas elecciones?Después de leer el análisis de la encuesta realizada por ustedes en la edición n.°1873 me queda una profunda preocupación. Si la tendencia se mantiene, lo más probable es que la segunda vuelta de las elecciones presidenciales sea disputada por Iván Duque y Gustavo Petro. Para mí ese escenario constituye una amenaza para la democracia colombiana porque en ninguno de los dos escenarios tenemos la certeza de que ambos candidatos respetarán la institucionalidad del país. Por un lado, no sabemos si un futuro gobierno de Duque va a ser totalmente independiente de Álvaro Uribe y, por el otro, no sabemos cuáles son las verdaderas intenciones de Petro con promover una reforma constitucional. Lina González BogotáUn acto de responsabilidadLeer en esta edición el artículo ‘Habla la congresista Aída Merlano’ (edición n.° 1873) resulta, en igual medida, inaudito como obvio. Los argumentos que plantea esta honorable parlamentaria dan cuenta del nivel de nuestros legisladores, acostumbrados a ocupar los cargos de representación popular como una vía segura para conservar privilegios que pasan de generación en generación. En el caso concreto, es increíble pensar que desde las décadas pasadas del senador Gerlein su casta política ha disfrutado de esa curul, que pasó hace ya cuatro años a la cuestionada señora Merlano. Pero es obvio que ese tipo de políticos estén y continúen ahí por largo tiempo; así será hasta que como ciudadanía asumamos el voto como un acto de responsabilidad social e individual, como un instrumento cierto de rechazo o aceptación no de un tamal, sino de la situación política del país.  Ildefonso AriasBogotá¿Desequilibrio informativo?Entiendo los problemas de corrupción que tiene mi región, la costa. No hay que tapar el sol con un dedo, más aun cuando se destapan escándalos como la supuesta compra de votos llevada a cabo por Aída Merlano y las capturas por el asunto de la Triple A que ustedes tratan en su más reciente número de la revista. Pero sí debo decir que ustedes tienen un desequilibrio informativo (SEMANA n.° 1873) a la hora de presentar las noticias regionales. Pocas veces ustedes hablan de los problemas de corrupción que ocurren en otros lugares en donde este flagelo es igual o mayor que en la costa. En mi opinión, este desequilibrio acentúa ese prejuicio de que nosotros los costeños somos corruptos por naturaleza y creo que la cuestión no es así. Edilberto Arboleda Barranquilla El tema no existeEl informe ‘La paz a medio camino en el Congreso’ (SEMANA n.° 1873) hace un oportuno llamado de atención en vísperas de la nueva legislatura. Sin embargo, se queda corto porque los senadores y representantes en ejercicio acumulan tantos pendientes que, está cantado, no se logrará, por falta de tiempo, cumplir con los compromisos que asumió el Estado en el acuerdo de paz. Pero además de que aún faltan por ser tramitados una decena de proyectos, el momento electoral tendrá a los legisladores en tareas ya no de su reelección, sino de ver cómo se hacen sentir en su respectiva campaña presidencial a fin de estar en buena posición a partir del 7 de agosto. Más que escaso tiempo, el problema del Congreso frente a la paz es que ese tema no existe materialmente en época de elecciones.Leonor GómezMedellínCampo abonadoLos egos y fundamentalismos de la izquierda son el campo abonado para hacerle campaña al uribismo. Esto según María Jimena Duzán. “Ojalá se den cuenta a tiempo”, dice ella, pero ya van muchos años sin lograrlo: que para ser alternativa de poder deben estar unidos.No es posible que después de recordar el historial nefasto y sangriento del uribismo denunciado en una larga impunidad por el periodista Antonio Caballero de SEMANA, la izquierda no haya logrado capitalizar estas denuncias con una respuesta de unidad de acción en este momento histórico fundamental para nuestra patria.Pero si la unión no se da, todos los grupos de izquierda y centroizquierda serán corresponsables de que continúen: desaparición de archivos, colaboración con Narcos, falsos positivos, testigos Falsos, fundación de bloques paramilitares, asesinatos de mujeres por sapas, engavetamiento de investigaciones por magistrados malos. Quedarán libres ministros y vices investigados y otros altos responsables...¡Ah! Incluidos todos los de la sagrada familia...¿Hay candidatos de izquierda y centroizquierda dispuestos a cargar en su conciencia el peso de estas corresponsabilidades? Es preferible abandonar los egos y los fundamentalismos... por el bien de todos los colombianos.Fidel José Vanegas CantorBogotáPor la diversidadIndependientemente del destino de mi carta, es muy importante para mí expresar mi gratitud por su valiosa y valiente labor. Mi gratitud a revista SEMANA por promover la diversidad de la información, el debate abierto y respetuoso, la publicación de artículos cuidadosamente desarrollados. Confío en que el periodismo es una poderosa herramienta para combatir la incertidumbre, los prejuicios, la segregación y obviamente las injusticias.Un abrazo a su equipo de trabajo.Mauricio MolanoBogotáGuerra sucia La columna de Alfonso Cuéllar titulada ‘¿Es Petro nuestro Trump?’ es el mejor ejemplo que utiliza la derecha para desprestigiar a un candidato que no le hace juego a sus intereses. Comparar a Petro con Trump es un exabrupto, empezando porque Petro no es un empresario ni proviene de la aristocracia blanca norteamericana. No hay que olvidar que Trump tiene un discurso de ultraderecha en el que se discrimina a los inmigrantes, a los latinos, a los negros e incluso a las mujeres, principios que nunca han sido una bandera de la Colombia Humana. En cuanto a la afirmación que Cuéllar dice de que Petro profundiza el odio de clases es falsa de toda falsedad. Ya que él trae a colación el episodio de Soacha, es necesario decir que la persona que en verdad profundiza el odio de clases, es Peñalosa al decir que Soacha es un hueso. Además, Cuéllar miente al decir que Petro fue al municipio después de que el alcalde de Bogotá dijera semejante insensatez; esa visita ya estaba programada días antes de ese desafortunado suceso.Julián Andrés Rodríguez Bogotá