En ejercicio derechos legales, atentamente solicítoles publicar siguiente rectificación a crónica sobre asesinato Jesús Antonio Bejarano, publicada en edición #907 de SEMANA presente mes. Afirmé que acordamos diversas personas reunidas en varias oportunidades en Santa Fe de Bogotá, jerarquizados por el ex presidente Víctor Mosquera Chaux, plantearles a los comandantes de las Fuerzas Militares (Camilo Zúñiga Chaparro) lo cual se hizo, el deber que tenían de reclamar a Ernesto Samper por su manifiesta condición de convicto, renunciara y se retirara de la jefatura del Estado. No he afirmado, ni tampoco lo había publicado SEMANA, porque no sucedió, que dentro de las referidas reuniones se habló de una junta cívico-militar, ni que al mismo tiempo, se llegó a diseñar una "lista del posible gabinete". Tampoco afirmé, ni había sido publicado como manifestación de Hugo Mantilla, que se considerara el nombramiento para el cargo de ministro de Defensa, de Jesús Antonio Bejarano. El asesinato de Bejarano merece condenación enérgica y es urgente sea esclarecido. Por desgracia, últimamente (de 1995 a nuestros días) se asesina en Colombia y las investigaciones no llegan, sobre todo a los autores intelectuales. Así sucedió en el caso de Alvaro Gómez Hurtado, clásico crimen de Estado, que ha merecido mis protestas y denuncios. Actualmente hay en marcha una maniobra para dificultar más las investigaciones y en ella, es parte central el propósito que anima plumas como la de Plinio Apuleyo. Ojalá la revista SEMANA siga de gran dinamizador de la justicia. Hugo Mantilla, Academia Bolivariana (presidente en el exilio) Lausana, Suiza