En carta enviada del 2 de marzo pasado, me refería a "las tentaciones extremistas... que pueden echar a perder un proceso de paz que tanto necesita de la generosidad, de la paciencia, de la buena fe y de la mutua confianza de los diferentes actores", y decía específicamente sobre Fidel y Chávez: "(...) Hugo Chávez, un actor sin duda muy valioso en el proceso de paz colombiano, también puede ser vulnerable a la tentación de jugar la carta de un izquierdismo extremo, dándole alas al extremismo de la guerrilla, al sentirse de pronto acorralado por la derecha de su país y por los organismos económicos internacionales".En SEMANA #902 encuentro lo siguiente, que confirma la validez de mi inquietud: "Chávez calcula permanecer por lo menos 12 años en el poder y está dispuesto a cumplir su sueño mesiánico y 'bolivariano'... La aparente connivencia entre Chávez y las Farc se basaría... en la idea de que la lucha de clases no conoce fronteras". O sea que la tentación extremista sigue adelante... Silvio Trujillo Acebedo Medellín