El caso de Marcela González fue noticia de nuevo esta semana. El año pasado ella denunció a su novio Gustavo Rugeles por maltrato y de dicha acción quedó un proceso judicial que confirma las agresiones. Luego, sin embargo, ella misma retiró la denuncia. Pero los actos violentos no cesaron y volvió a demandarlo. A pesar de esto, la semana pasada los colombianos escucharon atónitos a Marcela defender a su agresor. “Todo el mundo merece el beneficio de la duda”, dijo ante los micrófonos de Blu Radio. En pocos minutos ella recibió mensajes de texto de su pareja que le hicieron cambiar de opinión y en entrevista con la W dijo “me dijo que yo soy una cínica, que no me lo va a perdonar nunca y que aún en la cárcel no se olvidará de mi”. Este caso, complejo y lleno de contradicciones, es uno de los pocos que saltan a los medios de comunicación, pero está lejos de ser el único. Muchos similares a este se viven de manera oculta ante los ojos de los colombianos. El maltrato a las mujeres ocurre extensamente en el país. La encuesta ENDS 2015 del Ministerio de Salud señala que el número de víctimas asciende a 36 por ciento, una cifra aterradora, que significa que más de 4 millones de mujeres estarían en esta situación.