Este viernes terminó la espera para ver rodando a los tres colombianos que cargan con la ilusión del país en la edición 109° del Tour de Francia. Daniel Martínez (Ineos Grenadiers) fue el mejor colombiano del día, no muy lejos de Nairo Quintana (Arkéa-Samsic), pero sí bastante mejor que Rigoberto Urán, quién decidió arriesgar lo menos posible pensando en la estrategia del EF EasyPost para las etapas de montaña venideras.
Terminada la etapa Rigo se dirigió al bus de la escuadra estadounidense y allí tomó unos minutos de descanso antes de hablar con la prensa colombiana que lo esperaba en zona mixta. Fiel a sus principios, el corredor antioqueño respondió algunas preguntas bastante tranquilo a pesar del resultado que llegó a encender las alarmas de los aficionados.
Uno de los factores que modificó la estrategia para esta primera etapa fue la lluvia desde el primer turno hasta entrada la última hora de competencias. “El equipo tuvo un mal día hoy. Stefan Bisseger tuvo dos caídas y esto obviamente da un poquito de precaución a la hora de correr”, explicó.
“En mi caso tenía más que perder, que ganar. No quise ir despacio porque nunca se va despacio en el Tour, pero un poco conservativos sobre todo en las curvas. Fuimos con tranquilidad, esto está empezando apenas”, agregó a los micrófonos de SEMANA en la Ruta, que se encuentra desde hace unos días siguiendo cada movimiento de los ‘escarabajos’ en la grande bouclé.
Lo positivo es que el de Urrao (Antioquia) completó los 13.2 kilómetros de competencia sin mayores contratiempos y podrá seguir disputando una carrera en la que los temores se acumulan por una posible caída, las pérdidas grandes de tiempo y los casos positivos de covid-19 que pretenden ser evitados a toda costa por parte de los directores.
“Si arriesgaba mucho podía ganar algunos segundos, pero hay que ser conservativo en algunos momentos”, manifestó Urán, que aseguró no sentirse con la suficiente fuerza para ir por segundos que, aún haciendo un esfuerzo extra, posiblemente no hubieran llegado. “Hay que ser realistas”, sentenció el jefe de filas del Education First.
Rigoberto perdió un total de 1′14′' respecto al ganador del día, el belga Yves Lampaert (Quickstep), que se encargó de dar un golpe sobre la mesa por encima de Wout Van Aert (Jumbo-Visma), Tadej Pogacar (UAE Team Emirates) y el gran favorito del día Filippo Ganna (Ineos Grenadiers), campeón del mundo en la especialidad. “Queda bastante, vamos día por día. Lo más importante en estas carreras de tres semanas es ser muy regular, tratar de ir todos los días bien y contar con buena suerte”, aseguró.
Antes de irse a descansar en el bus del EF, el antioqueño le sacó una sonrisa a los periodistas presentes con sus ya habituales ocurrencias. Irónicamente dijo que las “sensaciones son muy buenas”, lejos de preocuparse por cuánto tiempo le habían “clavado” en la clasificación general.
Este sábado el pelotón se enfrentará a fracción de 202.2 kilómetros con exigencia máxima para el trabajo de equipo en los abanicos. El viento de frente sobre un terreno llano puede ser un arma de doble filo para los ciclistas que no se encuentren en la mejor condición física y le pierdan la rueda al lote principal.
El puente del Grand Belt, de más de 18 kilómetros de extensión, es uno de los grandes atractivos de la jornada. “Me han dejado dormir otras cosas peores que han pasado, ahora imagínese un hijue... puente. Claro que vamos a dormir huevón, duerman ustedes allá”, lanzó antes de conversar con algunos hinchas que lo esperaban impacientes por recibir un saludo y tomarle la respectiva foto.