Este martes se corrió la etapa 10 de la Vuelta a España 2022, que se desarrolló entre Elche y Alicante con una contrarreloj individual de 30,9 kilómetros de recorrido. Después del segundo día de descanso, la ronda española retomó la competencia con la intensidad del calor y el desgaste de las rectas.
Uno de los ciclistas que cumplió con esta nueva jornada de competencia fue Rigoberto Urán, quien cruzó la meta en el puesto 35 a 3:07 del ganador Remco Evenepoel (Quick-Step), que se afianzó como líder de la clasificación general. El mejor colombiano de la crono fue Miguel Ángel López, sorprendiendo en el noveno puesto.
Al término del recorrido, Rigo atendió a los medios de comunicación, entre los que se encontraba Semana en la Ruta. “Yo siempre positivo papi, contento, disfrutando de esto y sufriendo con muchas ganas”, expresó en Alicante.
Sobre la etapa, dijo que “estuvo dura” y el clima jugó un papel importante, tanto así que “parece Honda, Tolima”. “Mucha calor huevón”, agregó el Toro de Urrao.
Además, aprovechó para recordar que su carrera el Giro de Rigo también tendrá complicaciones porque “allá (en el departamento del Meta) hay mucha humedad”. “Ay jueputa, pobrecitos los que van a correr allá”, dijo sobre el evento que se llevará a cabo el 6 noviembre entre el Meta y Cundinamarca.
Siguiendo con la conversación sobre la crono, contó: “Me dijeron que viniera a un 9 %, ahí están. No quise gastar mucha energía, estamos dosificando. Después venía a un 60 %, por eso es que perdí todo este tiempo. Si yo hubiera apretado, de pronto hubiera disputado la crono”.
Con su particular forma de ser, dijo que él toma “aerodinámica” de las partes menos pensadas; “del casco, la nariz, la cinta que me puse, las orejas que me las operé”.
También reveló la conversación que tiene con Ana Aracely Urán, su mamá. “Cuando habló con mi mamá me dice: ‘mijo, vaya despacio, hijo con cuidado’”, pero él poco caso puede hacer porque le debe a la escuadra EF Education-EasyPost.
“Mi mamá fue la que me crio, pero el equipo me paga. Entonces yo confundido como un hijueputa”, agregó.
Cuando ya se retiraba, en medio de cánticos, aplausos y mensajes de aliento, Rigoberto Urán tuvo problemas para dejar la meta de la etapa 10 por el tumulto que se armó, algo que solo consiguen las verdaderas estrellas del deporte de las bielas.
“Es increíble, la verdad, es de las cosas que siempre agradezco. Me da mucha felicidad y creo que a uno le enseñan a ganar, pero muchas veces perdemos y no pasa nada”, dijo con emoción Rigo antes de recibir el cariño de los aficionados.
“Se gana una afición muy grande y es lo que le tenemos que enseñar a nuestros hijos. Es una enseñanza: no siempre tenemos que ser los mejores, no siempre tenemos que ser el número 1 para uno poder disfrutar. Hay que disfrutar de este deporte, hay que aprender a disfrutar de la vida”.
Por último, indicó que “hay momentos difíciles, complicados”, porque les “pagan para ganar” y les “enseñan a ganar”, pero dijo que también es importante aprender de las derrotas. “Pero ¿quién le enseña a uno a perder?”, se preguntó.