El pasado 17 de mayo, el ciclista africano del equipo Intermarché Biniam Girmay logró una importante victoria para su país, Eritrea, en el pasado Giro de Italia. El sorpresivo ganador utilizó toda la potencia de sus piernas para vencer al neerlandés Van Der Poel y así conseguir la primera victoria de un corredor eritreo en la historia de la corsa rosa.
“Es increíble, todo el día estuvimos controlando. No tengo palabras para agradecerle al equipo”, declaró Girmay en ese entonces, en línea de meta bastante emocionado al haber marcado un antes y un después en el ciclismo de su país.
A su vez, su escuadra también celebró por lo alto el hito conseguido en 105 ediciones de la carrera en el país de la bota.
Girmay se abrazó con todos sus compañeros y miembros del equipo, antes de llorar de alegría por el deber cumplido. A la hora de subir al podio, el ciclista del Intermarché estuvo sonriente recibiendo las felicitaciones de la organización, que resaltó por todo lo alto la gesta del primer corredor afro que gana una etapa en la corsa rosa.
No obstante, después de más de un mes, el africano regresó a su tierra natal, donde fue recibido por una impresionante multitud que compartió su triunfo. Girmay fue alzado por varios ciudadanos de la región, mientras que en el fondo se pudo oír cómo sus seguidores coreaban su nombre.
“Es un sueño llevar la bandera de Eritrea alrededor del mundo como Campeón Nacional. Ganar no es fácil porque el nivel en mi país es alto y hay mucho talento. Disfruté celebrando con mi gente, ahora ya estoy concentrado para la carrera en ruta del domingo”, dijo el corredor.
Un Giro para la historia
Sin embargo, no todo fue alegría para el corredor eritreo en esta edición de la primera grande del año. Más allá de la victoria conseguida, Girmay también pasó a la historia del ciclismo al retirarse de la competencia por un hecho insólito.
Lastimosamente, el protocolo habitual para el ganador terminó en alerta por el duro golpe que recibió en el ojo izquierdo a la hora de abrir la botella de champaña que ofrecen los patrocinadores del Giro. El corcho salió disparado en dirección al rostro de Girmay, quien, a pesar de su alegría, tuvo que ser llevado a un hospital cercano para determinar si había lesiones de consideración en la región ocular.
Al final, el Intermarché tomó la decisión de retirar al corredor eritreo al considerar que no estaba en condiciones de continuar en una competencia tan exigente. Una semana después, Girmay no se ha recuperado y pone en duda su participación en las próximas carreras de la temporada, entre ellas el Tour de Francia.
La escuadra belga confirmó que el de Eritrea “se sometió a una nueva revisión médica en Bélgica el martes” y como resultado obtuvo que el ojo izquierdo necesita “más descanso” antes de volver a competencias. “Se espera que Biniam reanude los entrenamientos en los próximos diez días”, indicó el reporte médico.
Intermarché publicó unas cortas declaraciones del ciclista en las que llama a la tranquilidad de sus fans. “Me siento mejor, estoy feliz de no tener secuelas. Me gustaría agradecer a los médicos y a mi equipo por el apoyo”, afirmó.
“Espero poder correr pronto después de un descanso en casa en Asmara. Continuaré apoyando al equipo en el Giro, estoy muy feliz por su éxito”, terminó Girmay que, antes de retirarse, estaba metido en la pelea por vestirse con la maglia ciclamino, hoy prácticamente sentenciada a favor de Arnaud Démare (Groupama-FDJ).