Para la temporada 2022, los organizadores del Tour de Francia han decidido que la categoría femenina vuelva a correrse Aunque muchos nunca han presenciado este tipo de carrera, la primera vez que la mujeres estuvieron compitiendo en la ‘Grande Boucle’ fue en 1984, pero solo se mantuvo por cinco ediciones.
Con la creación del Tour de Francia femenino en 2022, tras 33 años de ausencia, se abre un interrogante sobre el valor de los premios tras la reciente polémica sobre su importe, considerado ridículamente bajo, en la París-Roubaix: ¿a cuánto ascenderá el premio para la primera vencedora?
Aplaudida por todos, la primera edición de la París-Roubaix femenina atrajo a 1,4 millones de telespectadores el sábado 2 de octubre en la televisión francesa, aproximadamente la mitad de la audiencia de la edición masculina del día siguiente.
Más allá del éxito de audiencia teniendo en cuenta la novedad, la carrera ganada por la británica Lizzie Deignan sirvió de escaparate para el ciclismo femenino, en un desacostumbrado primer plano.
El importe de los premios fue rápidamente denunciado en las redes sociales. El premio total de 7.005 euros, de los cuales 1.535 fueron para Deignan, contrasta con los 91.000 euros de la París-Roubaix masculina (30.000 para el ganador), aunque en el ciclismo los premios representan una parte mínima de la remuneración de los corredores, que dependen principalmente de los salarios y, por tanto, de la financiación de los equipos.
“Sinceramente, no prestamos atención porque estábamos alineados con las tablas (de la Unión Ciclista Internacional)”, explicó Christian Prudhomme, director de la París-Roubaix y del Tour de Francia, en los micrófonos de RMC. Esta es la cantidad que se entrega a las vencedoras de las otras clásicas femeninas, en especial el Tour de Flandes que va por su 18ª edición.
Círculo virtuoso que iniciar
“La polémica no viene de las campeonas, viene de gente un poco más alejada del mundo del deporte y de la realidad económica”, afirmó Prudhomme, insistiendo en el ecosistema del ciclismo femenino y el círculo virtuoso que hay que poner en marcha. “Es muy claramente una inversión. Las carreras femeninas pierden dinero. Sin duda no será el caso, espero, del Tour de Francia femenino”.
De ahora en adelante, varios patrocinadores, especialmente un patrocinador principal (Zwift), están vinculados a la nueva prueba que tendrá lugar inmediatamente después del Tour. La primera etapa comenzará en París el día en que la ‘Grande Boucle’ llegue a los Campos Elíseos el próximo 24 de julio.
La retransmisión televisiva, un elemento determinante para el desarrollo económico del ciclismo femenino, también está asegurada por France Télévisions y las grandes cadenas de la Eurovision, se felicitan desde el lado de la empresa organizadora (ASO).
Aunque el año que viene estará limitado a ocho etapas, el Tour de Francia femenino es muy esperado por el ciclismo femenino, que está en proceso de estructurarse por equipos. Muchos de ellos (Arkea, BikeExchange, Cofidis, DSM, FDJ, Jumbo, Lotto, Movistar, Trek) ya están adosados a las escuadras de la élite del pelotón y las interacciones son cada vez mayores.
En este contexto, el monto de los premios es principalmente simbólico pero, debido a la paridad, de innegable importancia. Por parte de ASO, se estudia un sensible crecimiento de la cantidad para la París-Roubaix como corresponde a su estatus de ‘reina de las clásicas’.
Para el Tour de Francia femenino el premio debería ser comparable, probablemente superior, al de las carreras más importantes de una semana del calendario masculino, con una duración comparable. Como referencia, el monto total de los premios de la París-Niza es de 144.300 euros (16.000 para el campeón).
Con información de la AFP.