Siete meses después de pedalearle con toda a su salud en la unidad de cuidados intensivos de la Clínica Universitaria La Sabana, Egan Bernal volvió a la competencia élite.

Lo hizo en el Tour de Dinamarca que se disputó del 16 al 20 de agosto. Mientras el zipaquireño confirmaba que es de otro mundo, su mamá asistía al tratamiento de quimioterapia, luchando por salir adelante con su cáncer de seno.

“Egan no ha estado en el tratamiento presencial, pero todos los días nos hablamos. Está pendiente de que nada me falte. Al igual yo estoy pendiente de su recuperación. No estuvo porque él debe cumplir sus objetivos, trabajo y pensar en el equipo. Nos toca seguir, es la vida y continuar adelante. Estamos lejos y a la vez cerca. Nos apoyamos y todo lo hacemos juntos”, dijo Flor Marina Gómez a SEMANA.

En una de sus citas médicas, Flor Marina mostró a través de sus redes como estaba pendiente de la competencia de su hijo, embargada de orgullo, según dejó ver en un video.

Sin embargo, a SEMANA confesó lo que no demuestra en el audiovisual, es decir, cómo vivió el regreso de Egan a la bicicleta contrarreloj, precisamente en la que sufrió el grave accidente en las carreteras de Cundinamarca y la fuerte caída durante la cuarta jornada en Skive sobre 167,3 kilómetros.

“Siempre habrá nervios de ver competir a mi hijo. En ambas etapas, fue un susto muy tremendo porque lo ve uno frágil”, reveló en este medio.

“Pero creo en los médicos que le dieron el visto bueno para competir. Encomendarlo a Dios. La contrarreloj especialmente me llenó de nervios, son cosas que hay que superar y que finalmente es su trabajo”, dijo con toda la valentía que se requiere para continuar.

El pasado viernes, cuando su hijo, a falta de 140 kilómetros para arribar a meta, se fue al piso y tuvo que ser asistido por su equipo, Flor marina recordó los duros momentos vividos 7 meses atrás, cuando le dijeron que su hijo tenía un 90 % de probabilidades de no volver a caminar. Por fortuna, en esta última caída, Egan se levantó de inmediato, cambió de bicicleta y siguió con la carrera.

Pese a la caída, Egan Bernal se recuperó y metros más adelante se puso al frente del pelotón para demostrar que su recuperación fue un éxito, cumpliendo con sus funciones de gregario.

Además, el médico Gustavo Uriza confirmó a SEMANA que el ciclista colombiano se encuentra en buen estado de salud y el percance no pasó a mayores, según le dijo el mismo Egan.

“Pienso que es un milagro de Dios, los médicos nos dijeron que no iba a volver a caminar. Pero estar compitiendo, haciendo lo que ama. Es un milagro de Dios a través de los médicos”, dijo a SEMANA.

Aprovechó el espacio en este medio de comunicación para agradecer al equipo multidisciplinario de la clínica, a quién Egan y sus seres queridos les adeudan “estar contando el cuento”.

“Toda la vida le estaré agradecida a los médicos, al doctor Uriza, enfermeras de cuidados intensivos. Eso es de ellos para que compitan como élite”, finalizó en SEMANA.