Además del duro trazado en el Tour de Francia, los ciclistas también deberán combatir con el calor extremo que se vive en Francia en esta época del año. En la etapa 14 se han presentado temperaturas de hasta 40 grados por el verano francés.

Rigoberto Urán habló antes de la jornada y se refirió a esta difícil condición que deberán superar en una corta entrevista con el periodista Juan Charry justo antes de la partida, publicada en la cuenta oficial de Instagram de Go Rigo Go.

Rigo aprovechó la sombra de un árbol justo antes de la salida para hablar con su compatriota.

“Uno se da cuenta de la importancia de los árboles, parce. Allá hay mucho calor, entonces cualquier momentico de sombra uno lo agradece. Esto parece Bolombolo, que hijueputa calor”, dijo el ciclista refiriéndose al municipio antioqueño.

Además, el ciclista, que marcha segundo en el Tour de Francia a 5 minutos 20 segundos del líder Tadej Pogacar, reveló la estrategia que utiliza para mantener la temperatura corporal en esta situación de calor extrema.

“Vea un kilo de hielo. Lo mantiene a uno frío. La carrera sale dentro de 6 kilómetros entonces uno tiene tiempo para ubicarse en las primeras posiciones. Hoy va a ser un día que la fuga se va a ir”, señaló Rigoberto.

La dura etapa 14

Los corredores del Tour de Francia llegarán este sábado a los Pirineos con una 14ª etapa accidentada, de 183,7 km de recorrido ente Carcasona y Quillan, que servirá como aperitivo de las jornadas de alta montaña que esperan al pelotón.

Etapa 14 - Tour de Francia. | Foto: Semana

“Se puede esperar una larga lucha antes de que se forme la escapada”, prevé el director de la carrera Thierry Gouvenou, destacando que los primeros 60 km de la etapa son poco selectivos, aunque en un falso llano ascendente.

Pasado el esprint intermedio de Lavelanet (km. 76,7), los corredores ascenderán en apenas 50 km el Col de Montségur (2ª categoría), seguido por el Col de la Croix des Morts (2ª) y la Côte de Galinagues (3ª), corto (2,2 km) pero muy empinado (9%).

Antes de llegar a la pequeña localidad de Quillan, de apenas poco más de 3.000 habitantes y que recibe al Tour por primera vez, los ciclistas deberán subir el Col de Saint-Louis, otro puerto de 2ª categoría cuya cima se sitúa a 17 km de la meta.

Un puerto demasiado exigente como para pensar que algún velocista pueda plantearse una llegada masiva, por lo que se espera que a la meta llegue un pelotón reducido o incluso alguna fuga que se haya formado antes.