La edición 105 del Giro de Italia inició con grandes expectativas para los corredores colombianos. Tanto Miguel Ángel ‘Superman’ López (Astana) como Iván Ramiro Sosa (Movistar) estaban perfilados como los líderes de sus equipos y como dos candidatos para dar la pelea en la clasificación general. Desafortunadamente, ninguno de los dos tuvo mucha suerte, pero es el del equipo telefónico el que termina esta primera Gran Vuelta del 2022 con una gran deuda pendiente.

Sosa parecía que estaba en forma para poder estar en esa lucha por la maglia rosa. El joven de 24 años venía de ganar la Vuelta a Asturias, donde ganó la segunda etapa entre Candás y Cangas del Narcea, por lo que las fichas del Movistar estaban puestas en el colombiano.

Aunque el de Pasca, Cundinamarca, pudo mantenerse entre los favoritos en el inicio del Giro de Italia, poco a poco su estado fue decayendo con la llegada de las etapas de alta montaña. Este terreno, el cual parecía que era donde sacaría todas sus habilidades como escalador y comenzaría a meterse entre los primeros de la general, terminó dándole muchos problemas y no pudo dar lo mejor de sí mismo, tal vez, afectado por las alergias.

En algunas ocasiones lo intentó, pero no le alcanzó para seguir la rueda de los que se encontraban más fuertes y tuvo que conformarse con entrar con el pelotón y perdiendo mucho tiempo que, desde el inicio de la segunda semana, ya lo alejaba de estar metido en la pelea por vestirse de rosa.

El ciclista del Movistar hizo todo lo que estuvo a su alcance para al menos darle una victoria a su equipo, el cual también se fue en blanco de este Giro de Italia. Alejandro Valverde fue el que tomó las riendas de la escuadra para dar más de qué hablar, pero Sosa quedó con una gran deuda pendiente en esta competencia en la que no ha conseguido sus mejores posiciones.

El cundinamarqués, quien corrió su tercera Gran Vuelta con la participación en la actual edición de la corsa rosa, la cual se suma al otro Giro en el que estuvo presente en el 2019 y a la Vuelta a España en el 2020, sigue sin tener sus mejores resultados, ya que nunca consiguió estar entre los mejores. En su debut en suelos italiano ocupó la casilla 44 y en el país ibérico acabó en la 62.

El 2022 tampoco fue para Sosa en el Giro de Italia. No fue mucho lo que pudo hacer Sosa en esta competencia, una a la que llegó con el rótulo de líder del Movistar y como favorito sobre sus hombros, por lo que ahora deberá enfocarse en lo que viene e intentar recuperar la confianza de cara a sus próximas carreras para evolucionar como ciclista y volver en el 2023 a suelos italianos para pagar esa deuda que aún mantiene en esta carrera.

Sin lugar a dudas, no se puede dejar de lado que este tipo de competencias de tres semanas exprimen hasta la última gota de sudor de los ciclistas y, aunque el balance de Sosa no es el mejor, hay algo para resaltar y es el haber terminado la competencia.