El Giro desembarcó este martes en Italia, su tierra natal, de la que salió en las tres primeras jornadas por un acuerdo con Hungría para llevar la carrera hasta Budapest y sus alrededores. El neerlandés Mathieu Van der Poel (Alpecin-Fenix) fue el gran beneficiado de dicha travesía, al conquistar una victoria en la primera etapa y conservar la maglia rosa hasta el viaje con destino al sur de Italia.
Sicilia recibió este lunes a los corredores, el staff técnico y los cientos de medios de comunicación que estarán siguiendo con lupa la competencia que irá hasta el próximo 29 de mayo, cuando la historia llegue a su fin en Verona.
¿Cómo van las etapas?
Más de 2000 kilómetros tuvieron que recorrer los equipos participantes, para salir de Kaposvár, donde terminó la tercera fracción, y Avola, donde reinició la competencia hace unas horas.
La etapa 4 cuenta con 172 kilómetros de recorrido y un solo puerto de montaña llegando al Monte Etna con más de 25 kilómetros de ascenso y porcentajes de inclinación de hasta el 11 %. Esa altimetría abría la puerta a un protagonismo marcado hacia los colombianos, algo que se vio desde los primeros compases de carrera.
Diego Camargo, ciclista boyacense del EF Easy-Post, se destacó por la escapada de hasta 14 corredores que lograron sacarle una diferencia de nueve minutos al grupo principal, afectado tras una caída en la que estuvo inmerso Alejandro Valverde (Movistar), Simon Yates (Bike Exchange) y Miguel Ángel López (Astana), quién se vio obligado a retirarse.
Al pasar de la barrera de los 100 kilómetros para el final, Camargo aún se mantenía en la fuga con más de ocho minutos sobre el pelotón junto a otros trece corredores: Valerio Conti (Astana Qazaqstan), Lennard Kämna (Bora-hansgrohe), Davide Villella, Rémy Rochas (Cofidis), Rein Taaramae (Intermarché-Wanty-Gobert), Gijs Leemreize (Jumbo-Visma), Sylvain Moniquet (Lotto Soudal), Mauri Vansevenant (Quick-Step Alpha Vinyl), Juan Pedro López (Trek-Segafredo), Stefano Oldani (Alpecin-Fenix), Erik Fetter (Eolo-Kometa), Alexander Cataford (Israel-PremierTech) y Lilian Calmejane (AG2R Citroën).
Aunque al principio de la fuga hubo dudas y discusiones por la rotación en la cabeza del grupo, el paso de los kilómetros aportó tranquilidad entre los corredores que soñaban con un ataque lejano hasta la meta ubicada en el Monte Etna. Mientras tanto, en el pelotón se vieron obligados a apretar el paso con un ritmo fuerte marcado por el Ineos Grenadiers, en procura de ubicar a Richard Carapaz de cara al ascenso final y evitar que los ciclistas de adelante se llevaran las bonificaciones.
Y es que más allá de la disputa por la victoria de etapa, varios de los implicados también podían pensar en la maglia rosa, si es que lograban mantener esa diferencia de varios minutos respecto al grupo principal, donde se encontraba Van der Poel.
Camargo, por ejemplo, llegaba en la posición 87 de la general, pero con apenas 2′30′’ de diferencia respecto al líder, situación que lo puso virtualmente entre el ‘Top 10′ cuando la diferencia se hizo tan holgada respecto a los favoritos.
El camino al Etna es uno de los grandes atractivos del Giro y para Colombia también lo es desde que, en 2018, Esteban Chaves lo conquistara con la camiseta del Mitcheltton-Scott, ahora bautizado como Bike Exchange. Además, con Simon Yates hicieron explotar el Etna a pedalazos, luego de que el colombiano protagonizara una gran escapada, llevándose la victoria de la etapa y el británico se vistiera como líder de la general.
Allí, hace cuatro años, vieron triunfar al ahora ciclista del EF Education-EasyPost, después de una fuga de 30 corredores, donde también estaban Sergio Luis Henao y Dayer Quintana, haciendo honor al apelativo de escarabajos, Chaves tomó el mando y se fue en solitario a menos de cinco kilómetros para conquistar una victoria que aún sigue en la memoria de los colombianos.